El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social aprobó dos terapias oncológicas de administración oral que ya están disponibles en el país.
Se trata de talazoparib y lorlatinib, que ya se encuentran disponibles en el país, convirtiéndose en nuevas alternativas a la quimioterapia.
Ambas alternativas terapéuticas corresponden a la llamada medicina de precisión, un enfoque que busca brindar a cada paciente el tratamiento adecuado, en la dosis justa y en el momento apropiado, a partir de la identificación de alteraciones genómicas específicas de cada tumor, con el fin de aumentar la eficacia y la probabilidad de supervivencia de los pacientes.
Talazoparib está indicado para pacientes con cáncer de mama localmente avanzado o metastásico, HER2 negativo y que presenta mutación germinal del gen BRCA, el cual se determina mediante un test genético. Es un tipo de tumor que, generalmente, se presenta a edades más tempranas que el resto de los tumores de mama y en mujeres que presentan historial familiar o propio de tumores de mama/ovario.
El Dr. Mario Cristian Micheri, oncólogo investigador argentino que participa en el desarrollo de estudios clínicos en cáncer de mama y cáncer de pulmón, afirma que talazoparib demostró superioridad al compararse con la quimioterapia: “El objetivo de esta terapia es retrasar la evolución de la enfermedad. Los datos demuestran que mejora el tiempo de progresión de la enfermedad y logra que progrese más lento que utilizando quimioterapia”.
Por su parte, lorlatinib es un nuevo tratamiento para pacientes adultos con cáncer de pulmón de células no pequeñas, avanzado o metastásico.
El Dr. Diego Kaen, oncólogo y jefe del Departamento de Investigación Clínica de la Fundación Centro Oncológico Riojano Integral (CORI) de la Argentina, comenta que “la clave en la efectividad para el tratamiento del lorlatinib es utilizar medicina de precisión y comprender que no todos los tumores son iguales, cada uno tiene su propia identidad”.
Si bien la progresión de la enfermedad es prácticamente inevitable, las pruebas clínicas demostraron que el 39,6 % de los pacientes tratados con lorlatinib logró alcanzar una disminución parcial o incluso completa de sus tumores. Asimismo, la terapia podría permitir que los pacientes tengan al menos 6,6 meses más de supervivencia sin progresión, después de recibir tratamientos de primera y/o segunda generación. HOY