Cuando se habla de vacaciones “wellness”, muchos siguen pensando en sauna y masajes. Pero este segmento ha avanzado mucho. Hoy en día los expertos de ese ámbito más bien se centran en relajarse en la naturaleza y en establecer pausas, que a la larga tienen un efecto positivo. Éstas son las tendencias más importantes:
1. Los aceites aromáticos y el salón de belleza no son suficientes
Hubo una época en la que el viajero se tomaba una pausa para bajar al sótano de un hotel y recibir unos masajes con aceites aromáticos. También podía haber un sauna y en algún lugar un salón de belleza. Eso cambió radicalmente.
Hoy hay exuberantes complejos de piscinas y enormes spas en numerosos hoteles que cubren una gran variedad de necesidades. “Los hoteleros se orientan según los deseos adicionales”, dice el periodista especializado Christian Werner de la “RELAX Guide” de Viena, experto en “wellness”. Como ejemplo menciona el “wellness” con niños, sólo para adultos o con cocina orgánica.
2. El “wellness” como estilo de vida
Lutz Hertel de la Asociación Alemana de Wellness observa una tendencia hacia un bienestar verdadero y completo en vez de a pequeñas escapadas de la vida cotidiana. Los tratamientos de origen exótico como “lomi lomi nui”, una forma de masaje oriunda de Hawaii, pierden importancia. En cambio hay más demanda de ofertas que van más allá de las vacaciones como por ejemplo el yoga, que se puede incluir en general en cualquier destino en el transcurso del día.
Claudia Wagner de la agencia de viajes Fit Reisen también ve una necesidad de ajuste integral. Sus huéspedes desean pausas individuales que tengan efectos profundos para combatir el estrés, adelgazar, desintoxicarse o luchar contra el envejecimiento.
3. Todos quieren volver a la naturaleza
Ya sea senderismo, bañarse en un bosque, yoga, tai chi o búlder: Los expertos observan un regreso a la naturaleza. Bosque y campo se convierten en el entorno ideal para clases de gimnasia o sesiones de meditación. Incluso es cada vez más habitual recibir masajes al aire libre. Y así las fronteras entre “wellness” y deporte se vuelven difusas.
La demanda de un buen gimnasio con cinta y pesas está retrocediendo, según el experto en el sector Werner. “Y cuando aún hay gimnasio, está equipado con aparatos de última generación”.
4. Más naturaleza en el spa
“Las columnas romanas antiguas y las palmeras artificiales en los complejos de pisicinas ya son parte del pasado”, dice Hertel. En Baviera, Austria y sobre todo en el sur del Tirol las zonas de spa están dotadas en el interior con musgo, plantas y arbolitos. Por fuera predominan la madera y la piedra, preferentemente de la región. Y se valora mucho que tengan onsen (aguas termales calientes), lagos naturales para nadar o cercanía al bosque.
5. Las medicinas vienen de la región
También los tratamientos mismos responden a esta tendencia natural. La idea es que las costumbres típicas de cada región ayuden a la autosanación.
En el Valle Ultimo, en Tirol del sur, se disfruta, a través de la lanolina en un acogedor baño de lana de oveja, de las hierbas naturales de los Alpes que comieron las ovejas. En Calcídica, Grecia, rituales con aceite de oliva, sal, hierbas, yogur o miel se basan en métodos de curación de la antigua Grecia. En Irlanda del Norte se puede experimentar bajo el nombre de Seahaven Therapy una ancestral costumbre de baño con algas.
Los balnearios clásicos participan en esta tendencia. Con medicinas tradicionales y locales como fango, aguas termales y clima saludable luchan por los cada vez más exigentes clientes del “wellness”. En las termas de Limes en Bad Gögging, por ejemplo, los huéspedes sudan en un baño de fango o se permiten un baño de lúpulo, cerveza incluida.
6. Acariciar el alma
Apoyar al cuerpo con la mente para lograr la sanación: Este enfoque es el que siguen las versiones más modernas de la medicina tradicional china y el ayurveda. Para el “wellness” también se volvió más importante. “Reconocemos cada vez más que nuestro estado anímico contribuye considerablemente a la sanar el cuerpo”, explica Wagner.
7. Todo bien lento
En el yoga la tendencia es hacia el más tranquilo yin yoga, en el que más bien se mantienen las elongaciones durante un tiempo en vez de entrar en calor con un vigoroso saludo al sol. En el fitness, el slow jogging promete un correr sano para bajar de peso disfrutando.
Hertel ve en esta nueva tendencia del jogging la expresión de una nueva filosofía, que se esfuerza por lograr un mejor balance entre la vida y el trabajo. “Se trata de llevar una vida menos estresante, más consciente y con mayor disfrute, como sostiene por ejemplo el movimiento del ‘slow food’”. ABC