La inclusión financiera y fintech van de la mano, por lo que el entendimiento mutuo es necesario, especialmente en el ámbito regulatorio. Esta es una de las principales conclusiones del seminario de regulación financiera que organizó recientemente el BBVA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Ciudad de México.
Fintech engloba a los servicios o empresas del sector financiero que aprovechan las tecnologías más modernas para crear productos innovadores. En Paraguay, esta plataforma que ofrece créditos menos costoso aumentó considerablemente.
Una de las tantas empresas en el país es la startup fintech Nexoos, firma que ayuda a las pequeñas y medianas empresas paraguayas a obtener un préstamo financiado por inversores.
El número de personas no bancarizadas en América Latina se encuentra alrededor de 250 millones de personas. Un 41,3% de las empresas fintech encuestadas aseguran que su intención principal es poder atender a aquellos clientes que se encuentren excluidos o subatendidos por el sector financiero tradicional.
Son algunos de los datos presentados por el BID, que presentó su estudio “Fintech. Innovaciones que no sabías que eran de América Latina y el Caribe”. No obstante, dicha inclusión financiera se enfrenta a una serie de problemas en la región que impidieron su desarrollo: la ausencia de productos que se adapten a las necesidades de esta parte de la población y los altos costes operativos con baja rentabilidad que supone satisfacer dichas necesidades, señalan.
Carlos López Moctezuma, del BBVA Bancomer, apuntó que en América Latina hay una combinación de factores que potenciarán la inclusión financiera. Por un lado, dijo que hay un creciente número de gente joven, llena de talento y con un profundo conocimiento de la tecnología; y por otro lado, hay un creciente ecosistema de emprendimientos que impulsaron a su vez un ecosistema fintech.
En Paraguay, la penetración de los smartphone o teléfonos inteligentes llega a más del 76% de la población, mientras que los celulares abundan más que los habitantes; es decir, superan los 7 millones. Según el índice latinoamericano de economía móvil, se abrió un abanico de oportunidades para la inclusión de las personas en servicios financieros.LN