Ante la proximidad de la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, para la Unión Industrial Paraguaya es “es imperiosa” la necesidad de que el país desarrolle un nuevo modelo económico, basado en la energía de las binacionales, afirmó su titular, Lic. Gustavo Volpe.
–¿Cómo está hoy la industria paraguaya?
–La industria enfrenta los mismos problemas que toda la economía en general. Sin embargo, en los últimos hemos logrado un crecimiento sostenido y hoy la contribución al producto interno bruto es del 20%. Ese es un porcentaje que nos motiva, pero que también representa un desafío. Queremos aumentarlo cada vez más.
Según el último censo económico realizado en el país, la industria tiene una participación del 11% en la totalidad de unidades económicas del país. En tanto que absorbe el 20% de la mano de obra ocupada en el país. En términos de cantidad, la mayoría de los establecimientos industriales se ubican en los departamentos de Boquerón (Chaco paraguayo), Alto Paraná, Cordillera, Central y Guairá.
En términos de facturación, los departamentos con mayor desarrollo industrial son: Presidente Hayes, Guairá, Boquerón y Central. Dentro del sector secundario, las industrias manufactureras lideran las estadísticas en cuanto a unidades económicas, personal ocupado, ingresos, gastos y remuneraciones. Por detrás están los subsectores: construcción, suministro de electricidad, y minas y energías.
Actualmente la Unión Industrial Paraguaya está abocada a la actualización de los datos acerca de la industria, motivo por el cual acaba de suscribir un convenio con la Dirección Nacional de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC).
–¿Cómo puede la revisión de las bases financieras del Tratado de Itaipú colaborar con ese objetivo?
–Realmente estamos esperanzados en que el manejo inteligente, sobre todo estratégico, de las negociaciones puede significar un cambio radical de paradigmas y la consecuente reversión del modelo económico actual sostenido mayormente por los commodities. Desde hace décadas, en la UIP venimos insistiendo en la necesidad de darle valor agregado a la producción agrícola. En la misma línea, organismos de renombre, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), señalan que es el momento de desarrollar aún más la industria.
Justamente por los problemas del sector agrícola el FMI bajó la perspectiva de crecimiento para este año de 4% a 3,5% aproximadamente. Para los grandes cambios que están sufriendo las economías de todo el mundo, es necesario que una economía pequeña como la nuestra haga apuestas seguras, como es el desarrollo industrial, potenciado a través de la energía eléctrica, cuyos valores también caerían ya a partir del 2021 hasta el 2023, con la cancelación de la deuda.
–¿Por qué poner el foco especialmente en la industria?
–Porque, además de ser la recomendación de los organismos técnicos especializados, desde la UIP insistimos siempre en que el Paraguay debe apuntar a un modelo industrial exportador con valor agregado. La única manera de garantizar un crecimiento con generación de empleo para la sociedad. abc