Los precios internacionales de la soja mejoraron ante las condiciones climáticas adversas para la producción argentina y luego de que se conocieran las estimaciones del Departamento de Agricultura de los EEUU sobre la cosecha global de granos.
En Paraguay las proyecciones son favorables. El buen clima y la escasa aparición de parásitos indican que el rendimiento sería similar al del año pasado.
Los contratos de soja para entregar en marzo, los más negociados, subieron un 2,8%, a US$ 381 por tonelada en el mercado de Chicago, en su valor más alto desde el 16 de diciembre del año pasado.
El organismo revisó hacia abajo su estimación sobre la producción de soja cuando –en general– el mercado esperaba una leve corrección hacia arriba. Asimismo, el reporte sobre stocks al 1 de diciembre mostró un volumen de soja que fue algo inferior al esperado por el promedio de los analistas.
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Para América del Sur el USDA subió en 2 millones de toneladas su pronóstico sobre la producción brasileña de soja hasta 104 millones. A su vez, mantuvo en 57 millones de toneladas la proyección sobre la cosecha argentina. Para el mercado esta cifra debería estar más en un rango con centro sobre 54 millones de toneladas ante los problemas climáticos para cerrar la siembra en ese país.
Con un muy buen nivel de humedad en la primera mitad de enero, los agricultores son cautelosos a la hora de comprometer volumen físico, aún ante el riesgo de un descenso en los precios en los próximos meses.
El trigo también tuvo su destaque este jueves, luego que el USDA relevara una caída superior a la esperada en el área de ese cultivo de invierno en Estados unidos. Se estima que se habría sembrado la menor superficie del cereal desde el año 1990.
PARAGUAY
La cosecha de soja se presenta con un panorama favorable en los primeros días del año. El buen clima y la escasa aparición de parásitos indican que el rendimiento sería similar al del año pasado y a esto se suma una disminución de algunos costos, como el del abono, de tal manera que se aguarda otro año de recuperación de las pérdidas que se arrastran de cosechas anteriores. Los productores de las diversas regiones coinciden en estimar que se alcanzaría alrededor de 3.000 kilos de granos por hectárea.
A pesar de haber favorecido el cultivo, el clima representó un atraso con relación al ciclo de crecimiento de la soja, a causas de temperaturas frías que se registraron a inicios de setiembre. En su mayoría, los productores iniciarán la cosecha a mediados y finales de enero, pero se concentrarán en un mayor porcentaje durante la segunda quincena de febrero.
BAJO COSTO
Los productores ubicados en la zona de Alto Paraná resaltaron que en esta oportunidad los costos de producción representaron una importante ventaja, ya que insumos como el abono y los fungicidas tuvieron una sensible disminución.
“El abono cayó aproximadamente 20%, las fumigaciones, los fungicidas también bajaron. Dos años atrás, el costo de financiación era de 530 dólares por hectárea y hoy con 450 dólares por hectárea se hace completamente todo lo necesario; es por eso que bajó bastante el costo para el agricultor”, explicó Roberto Gregory, presidente de la Cooperativa de Producción Agroindustrial Santa María Ltda. (Coopasam), del Alto Paraná.
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CASINO AMAMBAY
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