La ganadería paraguaya tiene las condiciones de crecer en forma constante
Carlos Pedretti, profesional agropecuario analizó para el Diario La Nación las oportunidades y amenazas de la ganadería paraguaya de cara al futuro. A continuación publicamos dicha nota:
“Es realmente preocupante no poder aumentar las faenas porque Paraguay tiene todas las condiciones para crecer en la producción. Tenemos el esquema y las condiciones naturales para la producción de forraje, que nos permitiría aumentar el hato y la producción ganadera.
Un país que tiene estas condiciones debería siempre estar creciendo en producción, en faena y en posibilidades de exportación de carne, que es su producto estrella. Sin embargo, los índices de producción de la ganadería paraguaya no están aún a los niveles de otros países del Mercosur, por lo tanto vamos a seguir manteniendo este nivel de faena. Esto tiene sus efectos y estamos dejando de obtener más ingresos de divisas por una merma de la producción, que obviamente tiene sus razones.
En relación a las perspectivas del hato ganadero, lastimosamente van bajando gradualmente. La capacidad instalada de la industria es de aproximadamente 3 millones de cabezas por año de faena y nosotros estamos en un nivel de faena de casi dos millones de bovinos en frigoríficos. Faenamos a un nivel del 60% de la capacidad industrial y el hato va bajando porque el ganadero debe hacer frente a sus altos costos de producción y la baja de precios obliga a vender hembras para pagar los compromisos financieros. En este aspecto deberíamos de buscar acuerdos u opciones de financiación en los que el Gobierno debe participar. Sería la forma en el que el ganadero obtenga créditos de producción en la que el Gobierno participe a través de acuerdo con los bancos. El ganadero tiene que tener las hembras en producción y no enviarlos a faena.
Hoy en día, el factor de precios está aquejando a los productores. Esto se da por una falta de mercados que permitan colocar nuestra carne de forma más ventajosa.
No tenemos acceso a los mercados premium y la percepción de los clientes en los mercados en que ya estamos como, por ejemplo, Chile, es que la carne paraguaya es de inferior calidad a la carne de Uruguay y Argentina. Necesitamos priorizar y tener una mejor definición de la calidad. No es todo marketing y lo importante es que los procesos sean realmente bien controlados por el servicio veterinario oficial y que el Senacsa pueda garantizar el producto. Necesitamos una injerencia plena del servicio y su solidez es el elemento que da la garantía de la calidad del producto que estamos exportando.
Tenemos que tener una certificación y controles bien específicos y concretos del Senacsa. Año a año se va mejorando en este aspecto, pero hay que seguir poniendo el foco. Uruguay llegó a los mercados premium por tener los controles y por una injerencia ordenada del sector privado. Esto se da a través del instituto de la carne del Uruguay que audita, controla y organiza todos los estamentos y los eslabones de la cadena de la producción de carne.
Con esto se puede lograr mejor calidad en todas nuestras gestiones y que se puedan proyectar al mundo. Paraguay debería ser un ejemplo como Uruguay porque tiene todas las condiciones. Paraguay debe lograr un compromiso pleno entre productores, el servicio veterinario oficial y los frigoríficos para la creación del instituto de la carne”.
Fuente: La Nacion