Kamba Rembe: Cultivan marihuana pero tienen prohibido el consumo

El asentamiento San José, más conocido como Kamba Rembe, situado en el distrito de General Resquín, departamento de San Pedro, cuenta con unos 4.600 habitantes (860 familias). De esta cifra, cerca del 70 por ciento subsiste gracias al cultivo de marihuana. Sin embargo, el consumo es nulo, según afirman sus pobladores.
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Por Rodrigo Houdin – @rodrigohoudin

Imágenes: Ylda Rodríguez.
SAN PEDRO
Los comités de productores en San José del Norte tienen una regla principal: “No está permitido el consumo de drogas”. Además, en Kamba Rembe tienen un comité de seguridad que se encarga de controlar que los jóvenes no consuman marihuana, más aún aquellos que trabajan en la producción.
En Paraguay no se cuenta con estadísticas precisas sobre la demanda de drogas en el ámbito local, situación que fue reclamada por la Organización de los Estados Americanos (OEA); sin embargo, se destaca que la zona norte del país es una de las regiones con menos consumo de estupefacientes.
El médico Víctor Velozo, encargado de la Unidad de Salud de la Familia de San José, afirmó que desde que trabaja en el sitio no se han reportado casos de intoxicación por consumo. Señaló que esta misma situación llamó la atención de sus antecesores.
Velozo destacó que los productores de marihuana son muy estrictos en evitar que sus hijos o los jóvenes de la zona consuman la droga.
Casi todos cultivan la droga. Dentro de las 8.200 hectáreas que comprende el territorio ocupado por este asentamiento, existen unos 400 productores de marihuana organizados en un comité, que a su vez contratan a otros pobladores para trabajar en sus cultivos.
El asentamiento existe hace 25 años, según sus primeros pobladores. El cultivo del cannabis se ha convertido por años en el sustento de la mayoría de las familias que habitan en este lugar.
La caída de la producción agrícola, del valor de la mandioca y del sésamo y, en contrapartida, la alta cotización de la droga hacen que, a pesar de saber que su cultivo es ilícito, los habitantes de San José decidan producir la hierba en sus campos, según describe el dirigente social Daniel Romero.
“Nosotros calculamos que el 50 por ciento se dedica al cultivo de esta droga. Si es un 5 por ciento no es tan alarmante, pero es grave que más de la mitad se dedique a esto. Estamos quebrantados como dirigentes y por eso salimos a protestar. Hay amenaza de imputaciones, pero ojalá no suceda”, señala el poblador de Kamba Rembe.
Romero afirma que los cultivos de mandioca y sésamo ya no son factibles en la zona, por lo que la “necesidad” los obliga a sembrar cannabis.
Cotización. Por cada hectárea de marihuana, en promedio, los productores ganan libre de gastos G. 20.000.000 por cada cosecha, según manifestaron. El costo por cada hectárea es de aproximadamente G. 500.000. Se estima que la mayoría de estas familias cultivan al menos una hectárea en sus tierras.
Sin embargo, cada hectárea de mandioca produce ganancias por valor de G. 2.000.000 (solo el 10% de lo que se gana con la marihuana). En el caso de los otros rubros, los precios de mercado son muy bajos, indican.
Según explican los productores de marihuana de Kamba Rembe, ellos solo cultivan y entregan las hojas en bolsas. Los compradores se encargan posteriormente del procesamiento de la droga.
El principal mercado para la marihuana producida en el Paraguay es el Brasil, donde por cada kilo se paga hasta poco más de dos millones de guaraníes. También se comercializa en Chile y Uruguay, según datos de Antinarcóticos de la Policía Nacional.
Policías se llaman al silencio. La Comisaría de San José cuenta con 4 policías que trabajan en dos turnos. Ninguno de los agentes quiso conversar sobre la situación, atendiendo a que los mismos pobladores asumen que cultivan la droga. Alegan que “tienen prohibido hablar” por orden de los jefes policiales.
Intentamos conversar sobre esta situación con el jefe policial de San Pedro, Abilio Lezcano, y el mismo tampoco quiso conversar sobre el tema relacionado al cultivo de marihuana en esta población.
Lezcano dijo que solo podía adelantar que se reforzará la zona y que están preocupados por la seguridad, ya que la destrucción de los cultivos realizada por parte de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) puede incrementar los hechos delictivos.
El asentamiento Kamba Rembe es una población que dista 38 kilómetros del distrito de General Resquín, en el departamento de San Pedro.
Esta localidad se convirtió en centro de atención desde que sus habitantes decidieron protestar por la destrucción de sus cultivos de marihuana por parte de la Senad.
Buscan alternativa. Los pobladores paralizaron sus actividades y exigen que el Estado les brinde una alternativa a este cultivo ilícito. Señalan que solo cultivan la droga por necesidad y que dejarán de hacerlo si encuentran otro producto rentable, para lo que solicitan la ayuda del Gobierno.
Tras las repercusiones mediáticas, el asesor en materia de pobreza, Juan Carlos Baruja, y el ministro de la Secretaría de Planificación, José Molinas, llegaron hasta Kamba Rembe para conversar con los pobladores. Se acordó establecer un equipo de trabajo con metas a corto, mediano y largo plazo, de manera que los pobladores tengan otro sustento económico.
UH