Cansado de tener que pasar año y medio encerrado, el cantante Julio Iglesias anunció este miércoles que se despide de los estudios de grabación con “México”, un disco homenaje a este país que piensa llevar por el mundo hasta que la vida o el público lo retiren de los escenarios.
EFE
“El retiro del estudio es porque no tengo un año y medio para estar” allí dentro, ya que “son discos largos los que yo hago”, explicó el intérprete español, quien matizó que de los escenarios no se va a retirar hasta que lo “retiren, sea la vida o sean las gentes”.
En una rueda de prensa en la capital mexicana, celebrada el día en el que cumple 72 años, Iglesias presentó su nuevo álbum y confesó: esta es “la última vez que me meto en un estudio de grabación, el último disco que hago yo en mi vida”.
“La razón es sencillísima, el estudio es muy complicado para el artista”, especialmente para alguien como él que le gusta participar en todos los procesos de creación de los discos, aseguró el cantante, quien fue recibido con mariachis que festejaron su cumpleaños cantándole “Las Mañanitas”.
Ya recuperado de una operación de columna, el artista explicó que “hace dos meses y medio no podía andar”, ya que “tenía la columna destrozada”, pero aseguró que hoy está “de maravilla”.
Iglesias contó que durante toda su vida ha sufrido las consecuencias de aquel accidente automovilístico que tuvo en el año 1963 y que hizo que en los últimos cincuenta años cada vez que se levanta de un sitio, tiene que pensar si lo hace.
“Me duele todo, lógico, tengo 72 años, pero no me duele el alma, el alma no me ha dolido por el momento y mientras no me duela el alma, voy a seguir vivo”, comentó.
Confesó que se cuida a sí mismo “entre algodones” y que “si no fuera por la disciplina estoica y casi masoquista” que tiene “no podría cantar, seguramente estaría en una silla de ruedas”.
Una de las cosas que lo mantienen vivo es “la pasión”, dijo.
“Si yo hoy no tuviera pasión a mis 72 años, no estaría aquí, no existiría”, apuntó el cantante, quien añadió que esta consiste en despertarse “con la idea de hacer algo nuevo” cada día.
Tras una carrera internacional de casi medio siglo, Iglesias dijo que ha elegido México para despedirse de los estudios por todo el amor que siente por este país y su música.
“Mi ancestro cultural sobre México y sobre su música es muy fuerte, por eso he hecho el disco último de mi vida a México”, afirmó.
El intérprete explicó que conoce este país muy intensamente, siente por su pueblo una afinidad “muy profunda” y “no creo que nadie haya escrito mejor que los músicos mexicanos”.
El disco contiene doce canciones históricas de la música mexicana como “Ella”, “Usted, “México Lindo” o “Juan Charrasqueado”, de míticos compositores como José Alfredo Jiménez.
“No creo que haya música y letra mejor casada que la música mexicana”, dijo el artista.
“El atrevimiento que he tenido nace en el amor de mi madre a Jorge Negrete”. “El amor de mis padres hacia la música mexicana era el amor mío hacia la música mexicana”, añadió.
Iglesias contó que este álbum, que surgió tras una promesa en una cena de amigos en la que se tomó “dos tequilas”, ha sido “un disco estoico” porque no quería equivocarse en la “oportunidad de cantar esta música” que tiene tan presente desde su infancia.
Aunque se planteó grabar las canciones con mariachis, Iglesias se decantó por hacerlo de un modo más universal, con arreglos modernos y adaptados a su estilo, ya que estas serán canciones que va a interpretar durante el resto de su vida en distintos idiomas por los escenarios del mundo que le queden por recorrer.
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