El joven baleado por un agente de la Comisaría 4.ª, al que dejaron parapléjico, salió del hospital donde estaba internado por falta de pago. Igualmente debe continuar con su rehabilitación.
El padre de Richard Pereira, Ramón, informó en Monumental AM que dejaron la clínica donde el joven estaba internado “por falta de pago”. Estaban adeudando 20 millones de guaraníes y ya no contaban con dinero para poder pagar.
Para poder continuar en el lugar debía cancelar esa deuda.
Señaló que durante el miércoles tuvo la visita de altos jefes policiales y se pusieron a disposición de la familia. Le dijeron que son nuevos en sus cargos y Pereira aseguró que no son los mismos que lo visitaron la última vez.
“Me dijeron que querían ver la forma de ayudarnos, también con la deuda”, expresó el padre de Richard. El joven tiene que seguir su rehabilitación y ellos le afirmaron que verán la forma de ayudar a la familia.
“Les vi muy predispuestos”, sostuvo Pereira, lo cual le trajo nuevas esperanzas. Anteriormente se había quejado de que la Comandancia ya no les asistía.
Richard Pereira sufrió un disparo en la nuca por parte del agente policial, Jhonie Osvaldo Orihuela, de la Comisaría 4.ª el sábado 13 de agosto. Era de madrugada y el joven estaba a bordo de su vehículo cuando se percató de que una patrullera con luces apagadas lo seguía.
El jefe de la comisaría, Jorge Ignacio Zárate, también fue imputado. Ambos integrantes del cuerpo policial cumplen prisión en la Agrupación Especializada. Orihuela intentó plantar evidencias para inculpar al joven, mientras que el jefe policial firmó documentos falsos, al avalar el reporte presentado por su subalterno.
UH