Japón importó esta semana varias muestra del virus del ébola y de otras enfermedades potencialmente mortales con el fin de crear pruebas de diagnóstico y otras medidas para lidiar con posibles casos ante el aumento de turistas que viajan al país.
Las cepas de cinco virus inexistentes antes en Japón (entre ellos el ébola y los causante de las fiebres hemorrágicas de Lassa y de Crimea-Congo) llegaron a la sucursal del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas en Musashimurayama, a las afueras del norte de Tokio, el miércoles y el jueves, reveló hoy personal del centro.
Las muestras proceden de dos centros de investigación extranjeros no especificados, recogió la agencia de noticias Kyodo. Los cinco virus están clasificados como los más peligrosos, según la Ley de control de enfermedades infecciosas del país asiático.
La institución informó sobre su intención de importar los virus a finales de 2018 para desarrollar pruebas de diagnóstico y otros productos ante el aumento de viajeros al país, donde en los últimos años la alarma ha saltado varias veces por casos sospechosos de ébola que, finalmente, dieron negativo. Algunos países del sur del continente africano están actualmente afectados por brotes de esa enfermedad con altos índices de mortalidad.
El Instituto nipón de Enfermedades Infecciosas obtuvo finalmente la autorización para hacerse con las muestras en julio de este año. Su objetivo es desarrollar medidas para detectar y tratar posibles brotes y contagios ante el aumento de visitantes al país, sobre todo con la próxima celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Desde que la capital japonesa fuera escogida como sede olímpica en 2013, Japón ha triplicado su número de visitantes. Ese año, la cifra fue de unos 10 millones de personas, mientras que en 2018 superó los 31 millones, según datos de la oficina nacional de turismo (JNTO). Abc