El Itaú Research, del Itaú Unibanco, presentó ayer sus perspectivas para la economía brasileña y anunció para este año una estimación de caída del producto interno bruto del Brasil en 2,8%.
Ya para el 2016, la expectativa de contracción de la economía más grande de Sudamérica sería de 1,2%.
El representante del banco brasileño, que también cuenta con presencia en Paraguay, Tomás Málaga, destacó que las condiciones económicas y políticas son más difíciles actualmente, y que pese a que se “intentó” ir por el buen camino, ya los escándalos de corrupción dificultaron llevar adelante las políticas contracícilicas.
Málaga afirmó que si bien el paquete de medidas presentado por el ministro de Hacienda brasileño, Joaquim Levy, tuvo buena recepción entre los agentes económicos, gran parte de las decisiones requieren de apoyo del Congreso, por lo que se podría dificultar la aplicación de estas acciones de política fiscal, que buscan cambiar el escenario de recesión que está viviendo el Brasil.
En ese sentido, mencionó que normalmente en los países un proceso de desaceleración económica viene acompañado por una caída en la popularidad, lo que torna más difícil la aplicación de medidas, teniendo en cuenta que los ajustes fiscales requieren de “mayor capital político”.
Por otro lado, mencionó que gradualmente se está observando una reducción en el endeudamiento de las familias brasileñas, que podría significar a mediano plazo un aumento en el consumo.
Reflejo de la crisis de Brasil es la situación de su moneda, que en esta semana sufrió históricas depreciaciones, acumulando 0,66% de pérdida de valor.UH
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