Agencia IP.- En los primeros cinco meses del presente año, Itaipu Binacional transfirió USD 235 millones al Estado paraguayo, en el marco del cumplimiento de las obligaciones establecidas en el Anexo C del Tratado.
Los desembolsos corresponden a royalties, cesión de energía y pagos a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE). Además de mantener una óptima generación de energía, la Entidad sigue honrando en tiempo y forma todos sus compromisos financieros.
De enero a mayo de 2023, Itaipu transfirió USD 103 millones por royalties y USD 93 millones por cesión de energía al Tesoro Nacional. Por su parte, la ANDE ingresó USD 39 millones en concepto de utilidades y resarcimiento de las cargas de administración y supervisión; de acuerdo con el reporte de la Dirección Financiera, Margen Derecha, de la Binacional.
Las condiciones hidrológicas actuales y el óptimo desempeño de la Central Hidroeléctrica fueron factores fundamentales para registrar un aumento en el monto de transferencias, considerando que, en el mismo período de 2022, la suma total había alcanzado USD 178 millones.
En lo que concierne únicamente a los pagos hechos por la Binacional en mayo de 2023, los royalties totalizaron USD 23 millones, mientras que los desembolsos por la cesión de energía representaron USD 21 millones. A su vez, la ANDE percibió USD 6 millones por utilidades y USD 1,7 millones por el resarcimiento de las cargas de administración. Estos recursos representan una inyección importante a las arcas públicas.
Según establece el Tratado de Itaipu, los royalties constituyen un resarcimiento financiero que perciben los Estados de Paraguay y Brasil por la utilización del potencial hidráulico del río Paraná para la producción de energía eléctrica. La cesión de energía es la compensación abonada por el Estado brasileño para acceder a la parcela de la producción que Paraguay no utiliza. Estos dos conceptos son transferidos al Ministerio de Hacienda, institución que se encarga de distribuir los recursos, tal como disponen las legislaciones nacionales.
La ANDE recibe mensualmente los pagos por resarcimiento de las cargas y, periódicamente, también obtiene ingresos por las utilidades del capital para hacer frente a sus necesidades presupuestarias, cumpliéndose así con lo que estipula el Anexo C del Tratado.
Gracias a los mantenimientos preventivos programados y la eficaz operación de las unidades generadoras, la Central Hidroeléctrica Itaipu (CHI) mantiene una producción energética óptima, lo que le permite a la empresa cubrir la demanda de electricidad de los dos países propietarios del emprendimiento hidroeléctrico y estar al día con las obligaciones financieras.