La desaceleración de la economía se instaló hace unos días en Paraguay como tema de debate, preocupación y reacción, generando diferentes puntos de vista desde ciertos sectores como, por ejemplo, los rubros afectados (textil, importador, comercial, entre otros) que alarmaron sobre una importante caída en sus actividades, y desde el Poder Ejecutivo, que reconoció el problema, pero trató de calmar a la ciudadanía afirmando que la economía del país seguirá creciendo, pero solo en menor medida.
La mediatización de esta situación hizo que el Gobierno anuncie una primera medida para tratar de asegurar el crecimiento de la economía pese a las situaciones coyunturales y otros factores, que empezaron a mostrar efectos sobre ciertos sectores de la economía paraguaya. Esto también sirvió como para tratar de calmar a la ciudadanía que empezó a levantar las orejas y alarmarse.
En ese mismo sentido, el miércoles de la semana pasada, el Equipo Económico Nacional (EEN) anunció que acelerará las inversiones en obras de infraestructura a modo de inyectar dinero de manera más rápida y lograr un mayor circulante a nivel local. El EEN adelantó que este año se prevé destinar a obras públicas unos US$ 900 millones, que representarán un crecimiento del 12% frente al monto invertido en el mismo fin durante el ejercicio fiscal 2018.
PROMOVER
Al respecto, el presidente del Centro de Importadores del Paraguay (CIP), Nery Giménez, destacó la iniciativa por parte del Ejecutivo para enfrentar la situación económica. Manifestó que el Gobierno necesita promover las inversiones en el país y convencer al sector privado de permanecer en Paraguay para evitar la fuga de capitales.
“El sector público tendrá que invertir en infraestructura. El Gobierno tiene el compromiso de ver mecanismos que hagan que el sector privado también siga invirtiendo y no se decida por ir a invertir afuera. Por otro lado, desde el aspecto externo, el Gobierno debe promover las inversiones de otras empresas internacionales dentro de Paraguay”, reiteró el empresario.
ACERTADA
Por su parte, el analista económico Amílcar Ferreira coincidió en que hay una desaceleración económica y calificó de acertada la decisión del EEN de acelerar las obras de infraestructura para tratar de dinamizar y sostener el desarrollo de la economía del país. No obstante, Ferreira insistió en que el Gobierno Nacional debe analizar y priorizar las obras, y destinar los recursos en aquellas con más impacto distributivo.
En ese contexto, el especialista recomendó priorizar e impulsar este año la construcción de viviendas,por el impacto que posee debido a la generación de empleo directo. “La construcción de viviendas es la que más efecto distributivo tiene. La construcción de una casa implica la contratación directa de aproximadamente 10 personas, más lo que se consume, como ladrillos, flete, etc.”, mencionó.
Ferreira también sugirió al Gobierno tomar medidas que tengan que ver con la política crediticia, lograr una mayor presencia de la banca pública e identificar mecanismos a través de los cuales se puede acompañar más al sector privado para invertir. “Me parece que el Gobierno tiene que poner sobre la mesa esta opción. Impulsar este año la inversión privada a través del acompañamiento de la banca central, ya sea con fondos de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) y el Banco Nacional de Fomento (BNF)”, expresó el analista económico.
Durante la semana pasada, el ministro de Hacienda, Benigno López, reconoció la desaceleración observada actualmente en algunos sectores de la economía. Sin embargo, aseguró que las condiciones actuales indican que Paraguay seguirá siendo uno de los países que más crecerá este año a nivel regional.
ACCIONES
En una reunión con empresarios del Centro de Regulación, Normas y Estudios de la Comunicación (Cerneco), López instó a los mismos a ser parte de las acciones a ser tomadas para enfrentar la desaceleración y apoyar nuevas reformas económicas que ayuden al país a enfrentar los golpes coyunturales y seguir creciendo.
De acuerdo a los técnicos, la desaceleración económica observada en el país se debe a ciertos factores exógenos y puntuales como, por ejemplo, la devaluación de las monedas de Argentina y Brasil frente al dólar que afecta al comercio paraguayo, la caída de los precios de los commodities, el factor climático que afectó a la producción de la soja, entre otros. Ante todo esto, las expectativas de crecimiento del Banco Central del Paraguay (BCP) para el país siguen ancladas en 4%, mientras que organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial ya redujeron sus previsiones.
Reducen proyección para el 2019
Las situaciones adversas enfrentadas hoy por varios sectores en Paraguay obligaron a organismos multilaterales a reducir sus proyecciones de crecimiento para el país para este año. En su última revisión sobre Paraguay, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo de 4,2% a 3,5% la expectativa de crecimiento económico de Paraguay para el 2019.
Por otro lado, el Banco Mundial prevé que la economía paraguaya crezca este año en torno al 3,9%, cifra inferior a la estimación inicial del organismo, que había anunciado una expansión del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) paraguayo.
Los principales factores que impulsaron a estos organismos a reducir sus expectativas fueron: la menor producción de soja en el país por cuestiones climáticas (sequía), la reducción en el turismo de compras y el comercio fronterizo a causa de la devaluación del peso y el real frente al dólar, entre otros. LA NACION