Las altas temperaturas del verano y la exposición prolongada al sol afectan la salud de la piel. La falta de protección produce quemaduras en menor y mayor grado, dejando secuelas como manchas y pecas permanentes. Por ello, la dermatóloga Olga Aldana insta a cuidarse la piel, sobre todo de los rayos UV.
En cuanto al bronceado, aseguró que esta práctica es un engaño, puesto que en realidad cuando la piel cambia de color como respuesta a una agresión. “El bronceado está contraindicado, así como las camas y duchas solares, ya que si la piel toma un color más oscuro o más rojizo, nos indica que la piel se está defendiendo de la agresión de los rayos UV del sol. Y esto puede provocar daños en las células de la piel y desencadenar en la aparición de cáncer de piel”, aseveró. Por otro lado, afirmó que las pieles claras son las más sensibles y, por lo tanto, deben protegerse más: “Las pieles blancas no se broncean, se queman con el sol”.
“Si puede acceder a protectores solares, utilizar FPS de 30 para arriba. Cuanto más clara la piel, más alta la protección. Deben colocarse 15 a 20 minutos antes de salir al sol y reponerlo cada dos horas”, sugirió. Recomendó evitar la exposición solar de 10:00 a 16:00. LN