Conforme avanza el desarrollo tecnológico, también evolucionan los tratamientos para distintos padecimientos de la salud humana, incluida la salud mental. Aunque algunos de ellos escapan a lo que se imaginaba hace algunos años atrás y rozan en la ciencia ficción. Ingeniería neuronal controlada mediante el pensamiento, la inducción de acciones en contra de la voluntad, entre otras investigaciones, se han desarrollado para explorar la capacidad de la biotecnología. Recientemente se agregó a esta lista, la creación de un implante cerebral que combate la depresión.
Estimulación Cerebral Profunda
El Instituto de Psiquiatría Langley Porter, colocó un implante cortical a una mujer de 36 años con depresión severa que no respondió a ningún otro tratamiento. Con la finalidad de suministrarle estimulación cerebral profunda (DBS por sus siglas en inglés), se le implantó un dispositivo cerebral para observar si esto traería mejoría a su salud mental. Sorprendentemente, la mujer respondió favorablemente a los estímulos.
Sistema de Estimulación Cerebral Profunda[/caption]
La estimulación cerebral profunda se ha utilizado en los últimos años como el tipo principal de cirugía utilizada para enfermedades como el Parkinson, ya que ayuda a controlar los problemas motores. Aunque se trata de un procedimiento invasivo, debido a que hay que insertar un alambre muy delgado con un electrodo en la punta del cerebro. Luego se conectan a las extensiones detrás de las orejas y debajo de la piel del cuello, para luego conectar al generador de impulsos.
Implante cerebral para combatir la depresión
Sahara es paciente del Langley Porter que pertenece a la Universidad de California y formó parte de los ensayos clínicos de la Dra. Catherine Scangos. La mujer de 36 años sufre un trastorno depresivo mayor (TDM) y aunque ha estado bajo diversos tratamientos, no respondía ya a ninguno de ellos. Por ello, fue sometida a un implante cerebral para combatir la depresión
Y aunque con anterioridad ya se había utilizado esta metodología en pacientes con depresión, este caso marca un parteaguas, debido a que se utilizaron neuromarcadores. El equipo de investigación liderado por Scangos, descubrió patrones específicos de actividad cerebral asociados con la aparición de síntomas. Por lo que personalizaron el dispositivo DBS de la paciente para responder sólo cuando aparecen dichos patrones. La mejoría se hizo evidente y se mantuvo de forma sostenida, aunque todavía no están claras las implicaciones a largo plazo.
Si bien este tipo de investigaciones ayudarían a miles de pacientes que viven diariamente combatiendo padecimientos mentales como la depresión severa, también abre un debate sobre la supresión de las emociones. El humano tiende a buscar realidades hedonistas en donde se suprimen los altibajos característicos del ser humano. El control de emociones mediante implantes corticales puede desplegarse hacia caminos más allá de combatir la depresión.
PUBLICIDAD – SIGUE LEYENDO ABAJO
Referencias:
Scangos, K.W., Khambhati, A.N., Daly, P.M. et al. Closed-loop neuromodulation in an individual with treatment-resistant depression. Nat Med 27, 1696–1700 (2021). DOI