El crecimiento de la comunidad creativa de Paraguay se denota por el incremento de participación durante el Marketing Trends 2018, con cerca de 800 personas durante las dos jornadas, y que se vuelca cada vez más a la innovación.
Al respecto, Fidu González, director ejecutivo de PTF, manifestó la satisfacción de superar año tras año los objetivos, y que en esta ocasión se contó con un 20% más de participantes.
“En Paraguay ya existen muchos ejemplos de empresas que están haciendo trabajos muy innovadores es solo que muchos no se animan a salir al exterior y si se lograra esa decisión de salir a competir afuera, hay muchísimas empresas incluso en mejores niveles que marcas internacionales”, acotó. Otro punto que destacó es que a los inicios del evento hace unos años, solo se enfocaban en el marketing, que progresivamente fue escalando de la mano de la innovación a la que está ligada y cuyo concepto hoy en día está más que instalado en las empresas locales, agregó.
Con lo que coincidió Rodrigo Weiberlen, de la publicitaria Oniria, sobre el crecimiento en la calidad y no solo cantidad de participantes e invitados, con un mix de charlas y disertantes intergeneracionales y locales, en un espacio para conversar sobre las necesidades de la innovación y de incorporar tendencias al mercado, pese a que el país todavía esté un poco rezagado en aplicación de tecnologías de fondo, donde el rol del Estado es fundamental.
El desafío es construir una publicidad que apele a la subjetividad de las personas, con experiencias y emociones que se puedan compartir por canales donde la publicidad no puede ingresar como lo es el WhatsApp, clave para alcanzar a una generación como la Z, definida como “ciborg” por la dependencia de la tecnología, desplegó Santiago Olivera, de Argentina. El mexicano Mauricio Cabrera, habló sobre el arte del storytelling y de como cualquier historia cotidiana se aplica al marketing, ya que se trata de la capacidad de todos los seres humanos de contar historias, y lograr que derive en un producto y termine en una relación profunda con el usuario o cliente.
La argentina Mara Provenzano, especialista en la tendenciosa cultura maker, recalcó el conjunto de valores y costumbres tales como el compartir, cocrear y colaborar en no diseñar productos sino sistemas de servicios y a emplear códigos abiertos.
LA NACION