“Antes creíamos que el consumidor de drogas era solo la persona tatuada, la que anda tirada por las calles con un aspecto no convencional. Hoy también son los padres de familia, los obreros de empresas. Ellos también están en el consumo”, expresó el ex ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Luis Rojas, ante la permeabilidad de las sustancias sicoactivas en todos los estratos sociales.
La pérdida de trabajo, de quien generalmente era sustento del hogar, es el primer problema al que luego se suman otra serie de dramas que afectan a la familia y a la sociedad en general.
Paraguay siempre fue un país productor de marihuana, e inicialmente ruta del tráfico de pasta base y cocaína para Brasil y para el mundo, indicó. Esta disponibilidad de sustancia y el aumento de consumo de marihuana, que es la droga de entrada, hacen que estén disponibles en el mercado las sustancias a bajo costo, afirmó.
“Lo más peligroso de todo es el consumo de la pasta base porque es altamente adictiva, y hay un vínculo estrecho entre el consumo y la comisión de hechos punibles”.
“Estructura grosera”. Los casos de microtraficantes, que antes eran aislados, se fueron convirtiendo en estructuras organizadas. Es así como aparecen los clanes nacionales como Rotela y otros, indicó el ex ministro.
“Dejó de ser una cuestión aislada para convertirse en una cadena de comercialización que creció exponencialmente. Es historia eso de que el microtraficante es un eslabón aislado. No, es una cadena de distribución y es lo que más nos jode como país”.
Frentes. Usar como receta solo la represión no resulta, consideró Rojas. Las medidas, indicó, deben ir acompañadas de todo el ciclo; prevención, a través de la educación, de tratamiento para dar una respuesta inmediata y la rehabilitación en busca de la reinserción en la sociedad.
La represión, remarcó, es importante solo para tratar de limitar, de alguna manera, la disponibilidad de sustancias.
“Aquellas estrategias de reducción de la oferta que quieran encaminar solas están destinadas al fracaso. Debe existir coordinación”.
Refirió que se gasta más en la represión que en la prevención. “Los chicos ya conviven en una sociedad donde la disponibilidad es cada vez más grosera; lo que hay que desarrollar son capacidades y habilidades. Por ejemplo, a través del plan educativo que aborde sobre drogas”.
Para Rojas, la tendencia es que vaya aumentando. Ante ello, dijo que las estrategias en el país se deben sincerar y planificar teniendo en cuenta que es un tema complejo y no existe una receta mágica. “Hay que ir ajustando, actualizando. La reducción de oferta y demanda deben ir de la mano”.
El microtraficante no es un eslabón aislado; es una cadena de distribución, y es lo que más jode al país. Luis Rojas, ex ministro de la Senad.
18 años a 29 años es la prevalencia de edad de pacientes, según el registro del Centro Nacional de tratamiento.
300 nuevos pacientes recibió solo en el primer mes del 2023 el Centro Nacional de prevención y tratamiento. UH