Hombre hace agujeros en baños públicos para mostrar su pene a otros varones

Un joven contó en sus redes sociales el desagradable momento que vivió cuando se descompensó en un supermercado. La víctima dio detalles de cómo vivió la situación y la confesión que hizo el acosador.

En las últimas horas se viralizó un caso tan insólito como desagradable. Sebastián Fernández, un joven de 23 años, había ido hasta un reconocido supermercado de Lanús, Argentina, junto a un amigo para comer algo y luego continuar con unos trámites que tenía pendientes para ese día. Sin embargo, cuando llegaron al lugar, Sebastián comenzó a sentirse mal y se dirigió al baño. Allí comenzó toda una secuencia que después estalló en X (exTwitter).

El joven se metió a uno de los cubículos, donde vio que en una pared había un agujero, lo que le llamó la atención. A pesar de eso, se quedó porque se sentía realmente mal. Mientras su amigo lo ayudaba a sostenerle el pelo, según denunció, Sebastián vio que por el hueco apareció un pene.

“Tenía que hacer unos trámites y le dije a mi papá que me alcanzara unas cuadras en el auto. En el camino me cruce a un amigo y nos pusimos a charlar. Como el viernes estaba caluroso y había muchos mosquitos, me invitó a tomar algo a una cadena de comidas rápidas que está adentro del supermercado”, contó el joven de 23 años a TN Noticias.

Tras ello, detalló. “Cuando llegué me empecé a sentir mal. La única entrada que había era la del cine que daba al baño y justo al lado están el local de comida y el patio de juegos para chicos. Le dije que me acompañe, un empleado nos vio entrar y me metí al anteúltimo cubículo. Mi amigo entró al de al lado y nos empezamos a reír porque vimos un re agujero en la pared”, explicó el joven.

“Yo ya estaba muy descompuesto y eso que era un asco total me hizo peor. Le dije a mi amigo que me ayudara a sostenerme el pelo porque quería vomitar y cuando me estoy por agachar un tipo mete su miembro por ahí. Apareció de la nada”, detalló.

“Mi primer instinto fue meterle una patada para que lo saque. Salí y el chabón se estaba levantando los pantalones y se fue corriendo”, explicó.

“Lo agarré de la remera y le decía ‘no te vas, te quedas acá’”, contó y sumó: “Me decía que él no había sido, que no hizo nada. Enseguida apareció un empleado y le dijo que lo vio saliendo del baño”.

Sorprendido aún por lo ocurrido, Sebastián aclaró: “El chabón apareció de la nada, introdujo su miembro y salió corriendo. El chico del supermercado lo retuvo y me dijo que había pensado que estábamos juntos pero yo me sentía mal, ¡había ido al baño para vomitar!”.

Mientras llamaban a seguridad, la víctima se quedó sentada a un costado, en shock por lo que acababa de suceder. Para ese entonces su amigo se había ido porque tenía que seguir trabajando. “Varias personas que estaban ahí me dijeron que los agujeros estaban hace rato en los baños”, contó Sebastián.

“Esperamos a que llegaran encargados del lugar, después llegó la Policía y me empezaron a preguntar qué había pasado. Nos llevaron a la comisaría 7ma y ahí declaré. Me retuvieron cerca de tres horas”, explicó.

En ese lapso llegó a la seccional la madre del acusado y comenzó, según el relato de la víctima, a amenazarla. “Estaba eufórica y yo no entendía nada. Las chicas de la policía estaban intentando tranquilizarme porque fue todo un shock y ella apareció a los gritos”, expresó.

“En el tiempo que estuve ahí el pibe me pidió disculpas y le dije ‘ya está, ya lo hiciste, cargá con las consecuencias’, pero la madre me empezó a pedir que no hiciera la denuncia porque tiene 19 años y porque le iba a cag… la vida. No lo creía hasta que en un momento el pibe dijo que lo hace recurrentemente”, detalló Sebastián.

“‘Voy al supermercado y lo hago siempre, también en una pizzería de Lanús’ dijo en frente de todos. La madre se puso a llorar, me quiso abrazar y me pidió disculpas por lo que hizo el hijo”, recordó Seba.

Tras el desagradable momento, la mujer finalmente se fue de la comisaría. “Me persuadieron para que no hiciera la denuncia y yo me quería ir porque no aguantaba la situación. Tengo el acta de declaración de lo que pasó en ese momento pero me gustaría que haya alguna intervención porque cuando yo estaba saliendo del baño estaban entrando un padre con su hijo chiquito. El baño está al lado del patio de juegos que se llena todos los días, los nenes van solos, le puede pasar a cualquiera que entre un degenerado y haga algo así”, remarcó.

Querés llevar a tus nenes a jugar, lo dejas ir solo al baño y le pasa algo así… yo tuve la mala suerte de sentirme mal y vivir todo eso, pero por esa misma razón salí a contarlo en redes”, explicó. “Va a seguir haciendo las mismas cosas en otros lugares, se lo admitió a la madre, no sabía nadie donde meterse”, sumó.

Toda la secuencia ocurrió el viernes pasado pero para Sebastián no logra ser un tema terminado. “No dejo de darle vueltas, no puede estar libre por la vida entrando a restaurantes, shoppings como si nada. Mis viejos quedaron muy preocupados por toda la situación, sumado a que desde que lo conté en redes recibí un acoso cibernético muy grande. Lo conté como una situación fea que me pasó pero recibí muchos insultos y mucha gente diciendo que era algo normal”, lamentó. “Eso fue un acoso, no consensuado, fue un momento desagradable”, completó Sebastián.

Desde el supermercado le confirmaron a TN que ocurrió una situación en la que rápidamente intervino personal del lugar y por la que debieron llamar a la Policía, pero que después todas las actuaciones legales restantes no ocurrieron dentro del establecimiento.

Esta práctica denominada “glory hole”, o “agujero glorioso”, consiste en una abertura en una pared o tabique, realizada en lugares públicos para observar a la persona al otro lado y tener relaciones sexuales con ella, pero siempre con el consentimiento previo.