Brasilia.-Las dos primeras fueron golpeadas por los continuos conflictos sociales y y en el caso del real brasileño por los problemas económicos internacionales.
Las monedas de Chile, Colombia y Brasil están sufriendo una fuerte devaluación en la última semana, golpeadas por los continuos conflictos sociales y los problemas económicos internacionales.
El dólar estadounidense alcanzaba este miércoles en Colombia un precio histórico al superar los 3.500 pesos, que se explica como una reacción de los mercados a los siete días de huelga general. En la apertura del mercado el dólar abrió en 3.472 pesos, pero luego subió rápidamente. Este año el peso colombiano se ha devaluado un 6,75% frente a la divisa.
En Chile, los mercados reaccionaron ante la crisis social y la incertidumbre castigando al peso, que marcó este miércoles un nuevo mínimo histórico, al caer a 820 unidades por dólar. Representa una baja del 2,5% frente al cierre del martes.
El peso chileno llegó a sus niveles más bajos, al cumplirse más de un mes de las protestas en contra del gobierno de Sebastián Piñera y a favor de una nueva constitución.
Ni las posteriores medidas sociales anunciadas por el gobierno de Piñera ni el acuerdo parlamentario para cambiar la constitución lograron menguar las protestas, que comenzaron como respuesta al aumento de tarifas del transporte público el 18 de octubre y que ya dejaron 23 muertos, miles de heridos y denuncias de torturas, abusos sexuales y crímenes contra los derechos fundamentales.
Tampoco pudieron evitar los graves destrozos económicos: el peso llegó a sus niveles más bajos (hoy cerró $819,80 vendedor y $819,50 comprador, mientras que el 14 de noviembre había cerrado en $803,80) y el Banco Central rebajó su previsión de crecimiento para 2019 del 2,5% al 1,9%, en medio de la incertidumbre del país y ante los sucesivos hechos de violencia, al tiempo que estimó que se podrían perder hasta hasta 300.000 puestos de trabajo a finales de año, lo que elevaría la tasa de desempleo del 7 % al 10.
Brasil, el gigante de la región, también es parte de la debacle, aunque su caso tiene que ver con la situación internacional y las reformas que intenta llevar a cabo el gobierno de Jair Bolsonaro. El real se devaluó por tercer día consecutivo. Llegó a 4,258, un 0,4% más que el día anterior.