Un total de cinco paraguayas, que fueron llevadas bajo engaño a España para supuestamente trabajar cuidando a personas mayores en el país europeo; eran obligadas a prostituirse y, finalmente, la Policía Española logró liberarlas y detuvo a otra paraguaya que lideraba una red de trata de personas, junto a otras nueve personas.
Del procedimiento de inteligencia participaron las fiscalas paraguayas Claudia Morys y María Isabel Arnold por orden de la fiscal general Sandra Quiñónez. La supuesta empresaria paraguaya -de quien aún no se conoce su identidad- contaba con el apoyo de su familia residente en Paraguay para captar a las jovencitas de escasos recursos con ganas de salir del país por un mejor porvenir.
Tras captarlas en Paraguay con la promesa de trabajar en Cataluña, cuidando a personas mayores, este grupo criminal obligaba a las víctimas a prostituirse. Además, las mujeres eran forzadas a consumir y vender drogas a los clientes.
La red de trata de personas contaba con la colaboración de una agencia de viajes de Paraguay, se trasladaba a las mujeres en avión hasta Barcelona, con escala previa en Francia. La misma agencia era la encargada de proporcionar a las mujeres las instrucciones y 2.000 euros para hacer las gestiones de frontera y de entrada al territorio europeo, según el portal de noticias elnacional.cat.
Los propios miembros de la organización criminal las recogían y se encargan de trasladarlas hasta Amposta, donde finalmente descubrían que eran víctimas de un engaño y que no había ninguna oferta de trabajo. Estando en esa situación, los captores les comunicaba de la existencia de una deuda por el costo de los pasajes y el dinero entregado previamente que debían pagarlo a través de la prostitución en burdeles que controlaban el sur de Cataluña.
Según el medio digital, durante el operativo fueron incautados 8.605 euros en efectivo, 19 gramos de cocaína, dos balanzas de precisión y sustancia de corte, seis teléfonos móviles, un ordenador portátil y diversa documentación relevante para la investigación.