La compañía argentina AD Barbieri, ya inició sus operaciones en el país desde hace unas dos semanas, para ofrecer al mercado local perfiles de acero galvanizado, estructurales, cortinas, revestimientos y decks de PVC, además de herrajes y accesorios para cortinas de enrollar, con el novedoso sistema constructivo o en seco quepretenden desarrollar para el pujante rubro de la construcción.
De esta manera, propone una asociacióncon la cadena de valor para crecer en bloque, con la oferta desoluciones constructivas para obras eficientes, con el afán dellegar a ser la empresa productora de insumos para la región,teniendo en cuenta que a más de la Argentina ya están presentes también en Brasil y Uruguay, y a nivel local el objetivo es abastecer al mercado paraguayo para el desarrollo de este sistema sostenible, y para lo cual la empresa invirtió US$ 2,5 millones, que esperan seguir incrementado, según el vicepresidente de la compañía, Walter Barbieri.
Walter Barbieri Walter Barbieri
“Nosotros ya trabajamos con Paraguay hace bastante tiempo y siempre nos interesó el país, más aún en los últimos años que demostró un arduo trabajo en todo lo ligado a la construcción que es nuestro nicho justamente con el sistema construcción en seco y jamás me imaginé que me haría esta pregunta, del porqué venir aquí, pasa que nuestra familia se siente muy bien con la gente acá y nos gustan los paraguayos”, expresó.
Agregó que muchos de los obreros de la planta de Buenos Aires están ligados en parentesco con Paraguay, lo cual también motivó, incluso que uno de los empleados cuando se enteró del desembarco en el país solicitó su traslado, complementó Roberto Pampuro, encargado para la planta de Paraguay, que empleará a 15 personas para la producción.
En cuanto a las ventajas o beneficios del sistema en seco, si bien es un concepto muy incipiente aún, por lo que entienden que debe crecer mucho en el país, están seguros de lograrlo tal y como lo hicieron en la matriz y en los otros mercados, alegó que se trata de un modelo moderno, ligado a la sustentabilidad y que se deberá capacitar mucho también a la normalización, ya que los perfiles serán buenos si se utilizan los insumos correctos, pero lo que más impacta, a más del ahorro en torno del 60%, es la velocidad de ejecución de las obras, que con un sistema tradicional una casa puede tardar entre un año y medio, mientras con el seco se concluye en 3 a 4 meses.
LA NACION