El doctor Aníbal Filártiga, director del Hospital de Traumas, no descartó que la menor a quien sus patrones supuestamente habían obligado a tomar soda cáustica, haya recibido un mensaje para cambiar de versión. La adolescente declaró ante un juez que ella misma preparó el producto y lo ingirió para tratar de suicidarse.
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“Me llama la atención poderosamente y creo que hay que tomar estas declaraciones con mucha cautela (…) honestamente no creo, evidentemente no está en condiciones de absoluta normalidad y sus declaraciones yo las dejaría en suspenso”, expresó el galeno a radio 970 AM.
El profesional contó que la menor estaba permanentemente custodiada por un policía y una persona asignada por el Ministerio de la Mujer y la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia. Sin embargo, no descartó la posibilidad que le hayan enviado un mensaje para cambiar de versión.
“Nunca estuvo sola para que alguien venga a apalabrarle pero que le haya llegado algún mensaje a través de papelito no puedo prever, no se puede descartar. Esto (por el hospital) no es una prisión de alta seguridad, al día entran mil personas, pudieron haberle hecho llegar un mensaje”, sostuvo el director.
SE QUISO SUICIDAR
Una comitiva fiscal se constituyó en el Hospital del Trauma, a fin de realizar una audiencia testifical en carácter de anticipo jurisdiccional de prueba. La menor, quien permanece internada en una sala común, dio un giro inesperado al caso al contar una historia totalmente diferente a la que se manejaba al principio a partir de la denuncia.
El juez Édgar Ramírez dio algunos detalles del relato. “Refirió que ella preparó el producto, que agarró el polvo y mezcló con una sustancia de limpieza y con agua, puso en un recipiente de plástico de 200 ml e ingirió”, comentó el magistrado a la 970 AM.
Al ser consultada sobre quién le rapó la cabeza y cejas contestó que la misma se cortó y que se sacó las cejas con “Prestobarba”.
“Dijo que estaba con rabia, quería suicidarse porque se enojó con el novio de nacionalidad brasileña”, reveló Ramírez.
El magistrado consideró que será muy difícil determinar si la menor fue presionada para declarar algo diferente.
Estudios que se le habían practicado a la menor confirmaban que sufrió un abuso sexual. Rosa Lorena Delvalle y su esposo Anderson Ríos fueron imputados por lesión grave, tentativa de homicidio y tortura.
Participaron de esta diligencia el fiscal Martín Areco de Pedro Juan Caballero, las fiscales Teresa Martínez y María Elena Arnold de la unidad especializada de trata de personas, un defensor público, una abogada, el médico forense Marcos Prieto y la forense Susana Villalba.
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