Por Ricardo E. Ulke
Facebook sigue en medio de un temporal a nivel mundial ante el escándalo por las filtraciones de datos de más de 50 millones de usuarios. Pero ¿de qué se trata realmente este problema que enfrenta la red social más usada del mundo? Y, por sobre todo, ¿qué podemos hacer como usuarios?
La Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) confirmó que investiga a Facebook tras la filtración de datos de unos 50 millones de usuarios a la consultora política Cambridge Analytica. “La FTC se toma muy en serio los recientes informes de prensa que han generado una preocupación sustancial sobre las prácticas de privacidad de Facebook”, indica un comunicado de la comisión.
En el 2014 hubo 270.000 personas que fueron invitadas a realizar un test en línea por una aplicación llamada This is your digital life, desarrollada por un investigador de la Universidad de Cambridge. Durante el uso de la aplicación, los usuarios –sabiéndolo o no– dieron su consentimiento para que se recopilara información sobre sus amigos, lo que habilitó a que la aplicación accediese a datos de 50 millones de perfiles más.
Posteriormente, este investigador fue contratado por la consultora británica llamada Cambridge Analytica, que usó la información de este cuestionario para armar perfiles sicológicos. Con base en estos datos, la compañía desarrolló un programa informático destinado a predecir las decisiones de las personas, y una estrategia de comunicación para enviar mensajes, noticias e imágenes a través de Facebook y otras redes sociales que, a la postre, buscaban presionar los puntos correctos en un individuo para inducirlo a tomar ciertas decisiones. Cambridge Analytica colaboró con la campaña de Donald Trump de cara a los comicios presidenciales del 2016 y en el referendo del Brexit del 2016 para que Reino Unido dejara la Unión Europea.
Sin embargo, y por más escandaloso que pueda parecer el actuar de Facebook, se debe considerar que la recopilación de dichos datos se realizó de acuerdo a los términos y condiciones de uso especificados por la red social para aplicaciones de terceros. Es decir, los usuarios aceptaron –con o sin conocimiento– los términos y condiciones, y así dieron acceso a su información.
Acuerdo entre partes
A continuación se detalla la cláusula de Facebook en relación con el manejo de información por parte de aplicaciones: “Al utilizar una aplicación, esta podrá pedirte permiso para acceder a tu contenido e información, así como al contenido y la información que otras personas hayan compartido contigo. Exigimos que las aplicaciones respeten tu configuración de privacidad, y será tu acuerdo con la aplicación en cuestión el que regirá la forma en que esta utilizará, almacenará y transferirá el contenido y la información que compartas. Para obtener más información sobre la plataforma, incluido cómo controlar qué información pueden compartir otras personas con las aplicaciones, lee nuestra política de datos y la página de la plataforma”.
Por último, otra cláusula interesante sobre el manejo de información que hace Facebook para cuestiones de publicidad es la siguiente: “Nos concedes permiso para usar tu nombre, foto del perfil, contenido e información en relación con contenido comercial, publicitario o relacionado (como una marca que has indicado que te gusta) procedente de Facebook o que hayamos optimizado. Esto significa, por ejemplo, que permites que una empresa u otra entidad nos paguen por mostrar tu nombre o foto del perfil con tu contenido o información sin que recibas ninguna compensación por ello. Si has seleccionado un público específico para tu contenido o información, respetaremos tu elección cuando los usemos”.
Buenas prácticas
Aunque parezca un caso lejano a nosotros, como usuarios de redes sociales debemos tener muy en cuenta que muchos de los hábitos y pequeños detalles de la vida personal y profesional que compartimos es materia prima susceptible de ser analizada por un tercero para determinar algún comportamiento o hábito de nuestra parte. Para evitar este tipo de situaciones, es imprescindible que los usuarios conozcan cuáles son los términos y condiciones que están aceptando al momento de utilizar cualquier aplicación o red social. Existen algunas prácticas que los usuarios de redes sociales deben tener en cuenta para proteger sus datos:
Se debe revisar con frecuencia cuáles son las aplicaciones que utilizan la cuenta de Facebook para iniciar sesión en un sitio web, juego o aplicación de un tercero. Ya que estos servicios pueden seguir accediendo a los datos personales si no interrumpimos su conexión al perfil.
Es aconsejable verificar habitualmente la configuración de privacidad de la cuenta de Facebook. Si le preocupan qué detalles pueden ver las aplicaciones sobre el usuario y sus amigos de Facebook, este es un buen momento para verificar la configuración de privacidad y minimizar la información que se comparte públicamente.
Leer cuidadosamente (y de manera muy rigurosa) las políticas de privacidad de los servicios en las que el usuario se suscribe o cuáles son las aplicaciones que instala usando su cuenta de Facebook. Cuando se registra en una nueva aplicación, siempre hay que leer los términos del servicio, prestar especial atención a la política de privacidad y revisar si los datos contenidos en el perfil podrían ser compartidos con otros.
Borrar periódicamente los datos de navegación. Cada navegador tiene su propio mecanismo para eliminar los datos generados durante la navegación. También es aconsejable habilitar la navegación en modo incógnito.
Evitar usar aplicaciones de empresas desconocidas. En el caso de la aplicación This is your digital life, la letra pequeña decía que la información se recolectaría para uso académico y no comercial.
Por Ricardo E. Ulke [email protected] • Fotos Agencias/Internet.