Desde el Ministerio de Salud advirtieron que se da un comportamiento inusual del arbovirus, con mayor cantidad de casos de chikungunya que de dengue.
La doctora Viviana de Egea, directora de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud Pública, informó que luego de tres años de escuchar mucho sobre el Covid-19, nos olvidamos de que esta es la época de enfermedades por arbovirosis. “Lo que ocurre ahora es una modificación a lo habitual en nuestro país, tenemos más casos de chikungunya que de dengue. Si bien ya hubo casos de chikungunya en determinados departamentos, actualmente está bastante disperso en comparación a años anteriores, aunque no llegó a todos los departamentos del país”, explicó.
Detalló, además, que en el caso de los arbovirus no se suele ver el comportamiento de que un virus desplace a otro. Eso significa que una persona puede tener ambas enfermedades, chikungunya o dengue, al mismo tiempo. “Podes tener dengue, podes tener influenza, podes tener Covid-19; los virus no se turnan; no es que me voy a poner repelente y me voy a sacar la mascarilla o viceversa” sentenció.
Con la dispersión de casos de chikungunya, dengue e incluso Covid-19 por todo el territorio nacional, la doctora de Egea indicó que los síntomas pueden presentarse de manera parecida, lo que hace complicado determinar de qué enfermedad se trata, en un principio. “Las virosis empiezan con fiebre, dolor de cuerpo, dolor de cabeza y luego empiezan a haber manifestaciones que diferencian una enfermedad de otra” agregó.
Una diferencia marcada entre ambas arbovirosis se da con la inmunización posterior a la enfermedad. El chikungunya presenta una inmunización permanente en el paciente; mientras que el dengue es una enfermedad que se puede contraer en varias ocasiones.
A su vez, la profesional de la salud reiteró la importancia de evitar la automedicación en cualquiera de los casos de arbovirosis, para evitar problemas posteriores del consumo no indicado de medicamentos.
Así también, recalcó que la eliminación de criaderos es parte fundamental para evitar el contagio, junto con la utilización de elementos físicos como mosquiteros, principalmente para los bebés; sumado al uso de repelentes en niños y adultos.
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