Santiago, Chile
LA NACION – APF
por Ana FERNANDEZ
La Unión Europea presentó este jueves su nuevo modelo de cooperación, “desarrollo en transición” para que países de renta media -la mayoría en América Latina- enfrenten desafíos como las desigualdades, el cambio climático, la inseguridad o la debilidad del estado.
En el marco de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el comisario de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Unión Europea (UE), Neven Mimica, presentó a la comunidad latinoamericana la propuesta “desarrollo en transición”, que pretende adaptar su cooperación a los diferentes niveles de desarrollo de los países en la región.
Los nuevos desafíos que enfrentan los países de rentas medias -cambio climático, desigualdades sociales, inseguridad- ha convencido a los europeos de la necesidad de crear modelos “innovadores, diferenciados y adaptados” al nivel de desarrollo de cada país, reconoció Mimica.
Esta es una vieja reivindicación de la mayoría de países de la región encabezados por Chile, Uruguay o Costa Rica, a los que su ingreso per cápita les impide utilizar la tradicional ayuda oficial al desarrollo (AOD), acceder a fondos concesionales y a un tratamiento diferenciado en materia comercial.
“No nos viene un traje hecho con antelación. Hay que hacer trajes a la medida”, pidió el canciller chileno Roberto Ampuero en el foro regional.
Y es que no siempre Producto Interno Bruto per cápita equivale a desarrollo. Un “PIB per cápita puede esconder grandes desigualdades”, recordó la directora de CEPAL, la mexicana Alicia Bárcenas.
Este es a menudo el caso en la región, donde a pesar de los avances significativos registrados en los últimos años, se mantienen la brecha de la productividad, la falta de diversificación de la estructura productiva, la escasa modernización tecnológica, la pobreza, la vulnerabilidad y la debilidad institucional, que mina la aplicación del estado de derecho, sostuvo.
“América Latina es la región más desigual del mundo”, recordó Bárcenas, pese a que más de 50 millones de personas han salido de la pobreza en los últimos años y 30 millones de la extrema pobreza, pero todavía hay 168 millones de pobres.
Y lo peor es que el 40% de las personas que salieron de la pobreza pueden volver a caer en ella si hay una crisis, alertó la funcionaria de Naciones Unidas.
Tras recordar que “no hay un camino universal y único para alcanzar el desarrollo”, Lationamérica, dijo, “ofrece un contexto perfecto para construir una nueva narrativa para el desarrollo” como la que propone la UE.
Cooperación más eficaz
“Quiero dejar claro que el desarrollo en transición no significa desviar asistencia esencial para el desarrollo de los países menos desarrollados, que son los que más lo necesitan”, sino que se trata de encontrar juntos “nuevas vías más eficaces” para los países con más altos niveles de desarrollo y poner “la calidad por delante de la cantidad de nuestra cooperación para producir mejores resultados”, dijo el comisario europeo.
Los ciudadanos exigen “más diálogo, más responsabilidad y mejores respuestas a preocupaciones cada vez más acuciantes sobre buena gobernanza e instituciones públicas eficaces”, recordó Mimica.
“La experiencia de Europa es fundamental para nuestros países”, dijo por su parte Alvaro García, director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de Uruguay, que destacó nuevos problemas como el envejecimiento de la población, “que implica enormes desafíos desde el punto de vista del presupuesto y el sistema previsional”, o la inversión en ciencia, tecnología e innovación.
“Tenemos mucho que aprender de la calidad de los servicios y necesitamos la ayuda de Europa”, abogó.
El Programa de Inversión para América Latina de la UE ayudó a generar exportaciones por 85.000 millones de euros solo en México, América Central y Cuba. Por cada euro invertido, se generaron cinco euros en nuevos negocios, apoyando cerca de 60.000 pequeñas y medianas empresas en 18 países, recordó el comisario europeo.
La Facilidad de Inversión para América Latina ofreció mil millones de euros de nuevas inversiones solo en 2016, según datos europeos.