Es posible crecer económicamente en Paraguay cuidando el medio ambiente

En el país se trabaja en fomentar y elevar conciencia sobre el uso sostenible de recursos naturales en el contexto de crecimiento económico, así como fortalecer el diálogo entre los grupos de trabajo pertenecientes a la conservación y al desarrollo económico sustentable.
Por ello, se llevó a cabo el seminario correspondiente al Ciclo Gestión de Riesgos en los nuevos escenarios económicos productivos, con el tema Commodities Sustentables: Iniciativas globales y locales.
“El objetivo de esto es entender el mecanismo o acciones que puedan conciliar esta lógica, por un lado la conservación y por otro lado la producción agropecuaria, nosotros somos absolutamente conscientes de que la producción agropecuaria es el sector principal del crecimiento económico del Paraguay y que ha tenido un impacto positivo en la última década en la economía nacional y también un impacto positivo en la sociedad, pero así también ha tenido un costo en términos ambientales; entonces, la gran pregunta es cómo encaramos el desarrollo futuro sin aumentar los costos”, explicó Yan Speranza, director de la Fundación Moisés Bertoni.
La presentación internacional estuvo a cargo de Julie Kunen, Directora Ejecutiva para Latinoamérica de Wildlife Conservation Society (WCS). En su exposición, Kunen resaltó que “es posible crecer económicamente y cumplir las metas a nivel país, cuidando el medioambiente”. Por otra parte, la expositora destacó que Paraguay, el Chaco y el Bosque Atlántico son sitios sumamente importantes para el mundo y la biodiversidad.
EVOLUCIÓN DE LOS
AGRONEGOCIOS
Los agronegocios han evolucionado en las últimas décadas, hasta llegar a representar una actividad importante dentro de la economía. Sin embargo, con el desarrollo de la teoría de la sostenibilidad han sido cuestionados, por los impactos ambientales negativos que generan.
“Cuando hablamos de costos se menciona la degradación de los suelos, pérdida de bosques, problemas con el agua y estamos tratando de entender cómo funciona la dinámica y cómo podemos generar esa lógica de una mayor conciliación entre ambos elementos”, indicó Speranza.
Es importante destacar que en el mundo existen alrededor de 105 millones de hectáreas en el planeta dedicados a la agricultura de conservación o a los cultivos sin labranza, cuyos usuarios son en su mayoría agricultores a gran escala.
Desde una perspectiva global, se estima que el 15% de la tierra está degradada –y el 40% es de la producción agrícola-, es decir, la tierra sufre una serie de problemas naturales como consecuencia de la actividad humana entre los que se incluye la erosión del suelo, la pérdida de nutrientes, la desertificación, la salinización y el anegamiento. Y, a medida que decrece la calidad del suelo, el rendimiento de los cultivos es más bajo.
Asimismo, los recursos hídricos también están bajo presión, como consecuencia de la excesiva extracción de agua y de su extracción de manera descontrolada en numerosos países, lo que agota rápidamente los acuíferos, que no tienen capacidad para recuperarse de manera natural.5dias.
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