Tras recomendaciones de profesionales de la salud, de incentivar un buen estado inmunológico tanto para prevenir posibles contagios como para el tratamiento pos-COVID-19, encuentran a la moringa como un suplemento alimenticio con los nutrientes necesarios, como zinc, vitamina C, vitamina A, vitamina E y vitamina D, en especial para personas del grupo de riesgo.
Así lo clasificó el doctor Pablo Peña, especialista en medicina ortomolecular y director de Masquelier Medicina Integrativa, en base a una nota publicada por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) en junio del 2020, escrita por la licenciada Claralina Mendoza, de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles, quien declara que un buen estado inmunológico se sostiene con una alimentación saludable, variada, equilibrada y completa con todos los nutrientes.
Por lo tanto, se recomienda reforzar el sistema inmune como prevención y tratamiento de recuperación no solo del COVID-19, sino también de otras afecciones, teniendo en cuenta que ante la expansión del virus a nivel global, la Sociedad Internacional de Inmunonutrición (ISIN) emitió una declaración en marzo del 2020 que señala: “No tenemos anticuerpos que puedan atajar la actuación del virus, además no tenemos aún una vacuna”, por lo que Peña considera que tales consejos nutricionales son claves en el contexto actual.
¿Y qué papel juega la moringa en esta lucha?, pues puede ser una aliada ideal, señala el doctor Peña, la planta de la moringa oleífera conocida también como el árbol milagroso en muchos países de Centroamérica como Cuba, por sus propiedades para el tratamiento de los pacientes que se recuperan del COVID-19, según lo avaló el Ministerio de Salud Publica Cubano (MINSAP), a más de repercusiones periodísticas por el alto grado de recuperación de infectados en una penitenciaría tras consumirla en la dieta diaria como suplemento alimenticio.
Una de las publicaciones es del medio DDC en mayo de este año, que afirma que las tabletas de moringa se suman al tratamiento del COVID-19 en Cuba, que puede verificarse en el siguiente enlace: https://diariodecuba.com/cuba/1588981076_19113.html.
Alta concentración
“Es evidente que debemos consumir los nutrientes provenientes de frutas, verduras, más una dieta equilibrada para mantener nuestro sistema inmune fuerte. Es allí donde la moringa nos puede dar una mano por la alta concentración de nutrientes y antioxidantes, como las vitaminas A y C, zinc, magnesio, calcio, hierro, potasio y fósforo, además de flavonoides, alcaloides, saponinas, ácidos fenólicos, entre otros compuestos antioxidantes y antiinflamatorios”, precisó el médico.
Así también, comentó un estudio realizado a nivel local por el Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología (INTN) a la hoja de la moringa producida en la ciudad de Piribebuy por la finca Santa Cruz, que demostró que las hojas contienen fibra alimentaria 28 g/100 g, zinc 3,11 g/100 g, vitamina C (ácido ascórbico) 19 mg/100 g, hierro 11,33 g/100 g, entre otros nutrientes como la vitamina A, que ahora es sabido son fundamentales para el buen funcionamiento del sistema inmune y que pueden hacer frente al COVID-19.
Sustentó igualmente que hay evidencia científica a partir de estudios en animales de experimentación y en humanos sobre el papel beneficioso que tiene la nutrición antioxidante para conseguir que el sistema inmune funcione de forma adecuada. El consejo general es comer una dieta rica, equilibrada y coloreada, con especial énfasis en frutas y verduras, con el fin de aumentar la ingesta antioxidante y los nutrientes asociados para las defensas, con base en los ya citados.
Reducción de infecciones
Citó también a Adrian Gombart del Instituto Linus Pauling de la Universidad de Oregon en Estados Unidos, quien junto con Adeline Pierre y Silvia Maggini publicaban en diciembre del 2019 el estudio “Los micronutrientes y el sistema inmune trabajando en armonía para reducir los riesgos de infección, una revisión”, donde demostraban el rol de los diferentes micronutrientes como la vitamina C, vitamina A, vitamina E, vitamina D, vitamina B6 y B12, el ácido fólico, el zinc, selenio, magnesio, hierro, que actúan de forma sinérgica en cada estadio de la respuesta inmune humana. LA NACION