Para el año 2050, se estima que 1 de cada 5 personas será mayor de 65 años, representando el 20% de la población total de la región de América Latina y el Caribe, según una experta del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Hace unos días se llevó a cabo en nuestro país el Foro Anual Grupo BID-Sociedad Civil “El Futuro del Trabajo”, evento que contó con la presencia de más de 500 representantes de toda la región.
Patricia Jara, especialista líder de la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), fue una de las disertantes y tuvo a su cargo exponer sobre el tema: “La participación ciudadana y la transformación del mercado laboral: oportunidades económicas del envejecimiento de América Latina y el Caribe”.
Durante su presentación, la misma hizo énfasis en la velocidad de envejecimiento de la población latinoamericana y caribeña y señaló que la clave no es el aumento de la esperanza de vida, sino en qué condiciones de buena salud se llega a esa etapa.
Asimismo, manifestó que en el año 2050 la región se convertirá en la primera del mundo donde 1 de cada 3 personas será un adulto o un adulto mayor y las personas de 65 años serán el 20% de la población total de la región (1 de cada 5 personas).
“Es un fenómeno transversal en todos los países. En cuanto a diferencias de género, las mujeres vivimos más, pero ¿logramos vivir mejor?”, se cuestionó la experta del BID.
En torno a las ideas para construir una sociedad mejor, Jara refirió que un factor está dado por el hecho de que las personas mayores también pueden ser vistas como actores económicos, ya que se trata de consumidores, con necesidades, intereses y preferencias de consumo importantes.
A su criterio, todo se trata de generar un rubro llamado a dinamizarse, como el desarrollo del mercado de servicios, además de un campo rico en ámbitos como la salud, el turismo, la recreación, la cultura y el transporte.
“El mercado laboral debe adaptarse ante la realidad del envejecimiento”, sostuvo la especialista líder de la División de Protección Social y Salud del BID, al hacer alusión a que se irá dando un doble movimiento: habrá retiro voluntario del mercado laboral por efecto de la edad, pero también serán más las personas mayores que por interés o necesidad optarán por la postergación de su retiro.
En otro orden de cosas, Jara también mencionó las soluciones tecnológicas que deberán ponerse al servicio de las necesidades emergentes de la población mayor y dijo que las mismas “tendrán que ser útiles, relevantes, accesibles y de bajo costo, capaces de generar valor al mejoramiento del bienestar y las condiciones de vida”.
Finalmente, destacó que se necesita de la participación social con la sociedad civil que se interese y sea vigilante, con reflexión crítica y propositiva, que interpele la tecnología.