El amor no hace sufrir: cómo detectar la señal de alarma y zafar de una relación tóxica
Saber detectar a tiempo las señales de alerta es fundamental para evitar el sufrimiento a consecuencia de una relación tóxica. En este tipo de situaciones, el acompañamiento de los allegados y la ayuda profesional con cruciales para “zafarse” de una pareja perjudicial.
Una relación tóxica podría definirse como aquella en la que una pareja sufre mucho más de lo que experimenta placer debido a diferentes circunstancias (maltratos, agresiones, celos enfermizos, etc), llegando al punto de ser perjudicial desde el punto de vista anímico y/o emocional.
En la mayoría de los casos, uno de los integrantes (o a veces ambos) se ve sometido a un gran desgaste por tratar de sostener la relación, derivando en una pérdida de la felicidad y el apego afectivo para con el otro.
La Dra. Mirta Mendoza, titular de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, en entrevista con Radio Uno señaló que una relación amorosa afectiva antes que nada se considera como una relación de confianza, por ello es necesario que exista un respeto mutuo para evitar conflictos.
“Si nosotros no confiamos en el otro algo está pasando, por eso que no estamos aceptando al otro como una persona con sus necesidades individuales. Todos necesitamos nuestro espacio y nuestro tiempo además de estar con otras personas. Si hay que controlar todo, si no tenemos la confianza suficiente como para evitar revisar celulares, en algo estamos fallando”, expresó.
En ese sentido, la profesional sostuvo que lo importante es confiar en la otra persona y no tener que dudar de lo que dice, tratando de “averiguar qué más hay detrás” con una especie de paranoia sentimental.
Si este tipo de situaciones ocurren en una relación es una señal de alarma, afirmó Mendoza a la 650 AM. Por ello, es crucial detectar a tiempo cualquier indicio que demuestre si la personalidad de la pareja es “tóxica”.
La directora de Salud Mental del MSPyBS señaló que existen casos de personas que llegan a un extremo de estar siendo maltratadas y, sin embargo, afirman sentirse culpables, buscando alguna justificación a ese maltrato. “Esa es una relación tóxica de la cual uno tendría que salir”, afirmó.
Mendoza considera que salir de una relación tóxica no es tan fácil como se cree, pese a lo que los demás pueden juzgar, pues si no hay ayuda del entorno y a veces inclusive ayuda profesional se complica desatar el vínculo con la otra persona.
“Si uno escucha todos los días ‘no servís para nada, sos una buena para nada’ uno llega a creer eso, por más que sea un adulto razonable. A veces se necesita ayuda profesional para darse cuenta que uno vale como persona, más allá de las demás competencias que tiene”, indicó.
“El amor no hace sufrir, eso no es amor. El amor que pega, que denigra y maltrata no es amor”, puntualizó Mendoza.