La baja producción de soja de este año y los bajos precios internacionales causaron inconvenientes a los productores a la hora de cumplir con sus compromisos financieros y se estima que el 30% de los agricultores está en proceso de refinanciación de deudas, según la Asociación de Productores de Soja, Cereales y Oleaginosas (APS). El gremio manifestó su preocupación ante la pérdida del 40% de la cosecha de soja y la tendencia clara de la desvalorización de los productos en el mercado internacional.
Los productores están teniendo una pérdida de categoría en los bancos y esto limita la financiación. También se paralizaron nuevas inversiones en las empresas agrícolas y se registra un estancamiento en las ventas de agroinsumos, maquinarias, tecnología; es decir, de toda la cadena de valor de la soja, refiere el comunicado del gremio.
También ante esta pérdida de la producción se registra el incremento de la cotización del dólar, que genera el encarecimiento de insumos como el combustible, añade.
IMPUESTOS
Claus Escher, presidente de la APS, explicó que la intención del Gobierno de aplicar nuevos impuestos al sector (en el marco del proyecto de reforma tributaria) desalienta a los productores y esperan que se pueda detener esa iniciativa. Comentó que será un atropello a los trabajadores del campo que actualmente cuentan con problemas de financiamiento de deuda. Nuevos impuestos imposibilitarán que agricultores sigan produciendo, destacó. Si bien el Banco Central del Paraguay (BCP) está trabajando de cerca con el sector productivo en flexibilizar las reglas para la refinanciación de las deudas, la gran incertidumbre creada en torno a la aplicación de nuevos impuestos genera desazón en el campo, refiere el comunicado.
La APS pide diálogo con el Gobierno, criterios para reducción del gasto público y mejorar los niveles de control en los diferentes sectores económicos de la sociedad, con el fin de elevar las recaudaciones del fisco. LA NACION