Ayer en conferencia de prensa, el Banco Central del Paraguay dio a conocer su informe de cuentas nacionales del segundo trimestre del año. El documento indica que el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo una disminución del 3% si se compara con el mismo periodo del año pasado. Con esto la variación interanual del acumulado al primer semestre es del -2,5%.
Los sectores más golpeados en el primer semestre fueron los de la agricultura, el agua y la electricidad. El agro tuvo en los primeros seis meses una caída del 11,6% mientras que el agua y la electricidad cayeron 12% comparando con el primer semestre del año pasado.
El sector de la construcción también registró una notoria caída del 7,7% mientras que el sector de manufacturas cayó en 3,9%. El único sector que no registra caída es terciario. Los servicios crecieron en los dos primeros trimestres y el acumulado semestral registró un crecimiento del 2,4%.
Varios analistas e instituciones han colocado las expectativas de crecimiento económico muy por debajo de la última revisión –con sesgo a la baja- del 1,5%. Según indicó el economista jefe del BCP Miguel Mora, la revisión a realizarse en este mes sería también por debajo de esta línea, ya que si bien hay leves señales de recuperación, no hay grandes motivos para pensar que pueda haber un repentino despegue de la economía para cerrar el año con números demasiado alentadores.
“Hay cierta incertidumbre aún en cuanto a la agricultura, eso seguramente va a incidir en la proyección que vamos a hacer en octubre. Por el lado de las obras públicas vemos mayor desembolso, eso va a tener un efecto derrame hacia las obras públicas y en forma directa hacia sectores industriales relacionados, pero solo una vez que se traduzcan en obras efectivas”, indicó Mora.
El año ha sido difícil para la economía paraguaya y la gran cantidad de lluvias de los primeros meses habría tenido gran impacto en esta variación interanual negativa del PIB, ya que afectó de manera importante a sectores muy importantes para el crecimiento de nuestro país como las construcciones y la agricultura. En este último caso, los factores climáticos –esta vez por sequía- siguen afectando.
Mora también subrayó que los temas políticos como las crispaciones de agosto o la discusión por el Presupuesto General de la Nación si bien no golpean de manera directa a la política macroeconómica generan incertidumbre en el mercado y dificultan las inversiones a mediano y largo plazo que serían fundamentales para una eventual recuperación.
Apuntó que el hecho de que nuestro país no haya llegado al grado de inversión tiene mucho que ver con la institucionalidad política y en la medida que esto se vuelva permanente esto podría afectar el crecimiento potencial del país debido a la menor cantidad de inversiones que habría en contraste de las que habría en una situación de política estable.
“Venimos de un año con cambio de gobierno y este tipo de años por lo general se caracteriza por una falta de dinámica en las construcciones, a esto se le suma el factor climático”, puntualizó Mora.
Al momento de ser consultado sobre a qué niveles debería moverse la economía en lo que queda del año, dijo que ya en el caso del 1,5% “eran niveles importantes de crecimiento”, los cuales –expresó- no se están viendo, por lo menos no en las cantidades necesarias para revertir la difícil situación.
“El esfuerzo hacia un valor que por lo menos esté por encima del cero se está haciendo. Creemos que la revisión de la expectativa va a ser menor que la última pero tenemos que ver hasta qué nivel”, dijo Mora.