El dolor de espalda ya se ha convertido en un mal nacional, sobre todo cuando es un dolor que afecta la zona lumbar sin tener un disparador muy claro. Suele estar vinculado con el estrés, la falta de movimiento, las contracturas y cargas psíquicas.
¡Lo necesario es saber que lo fundamental es no dejar de moverse! ¿Por qué? Porque quedarse en cama y guardar reposo suelen generar justamente lo contrario, más dolor.
No importa ni dónde ni cómo te muevas. Moverse es lo crucial. Los ejercicios moderados aceitan las articulaciones, masajean los discos y fortalecen los músculos.
Los especialistas suelen desaconsejar la acupuntura o los masajes, justamente porque llevan a que el paciente esté en un rol pasivo. Pero sí pueden aplicarse como algo complementario al movimiento que hagas por fuerza propia.
Si los dolores son tremendos y sientes que es imposible hacer movimientos, puede que los calmantes te ayuden. Eso sí: consulta cuanto antes con un médico especializado para descartar que tengas un problema más serio.
ABC