Asunción, Agencia IP.- El Banco Central del Paraguay (BCP) publicó los resultados del informe de inflación correspondiente a septiembre de 2022, mes en el cual se produjo una variación negativa de los precios de la canasta, por primera vez desde abril de 2021.
La inflación de septiembre del año 2022, medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), fue del -0,1%, inferior a la tasa del 1% observada en el mismo mes del año anterior. Con este resultado, la inflación acumulada en el año asciende al 7,1%, por encima del 4,6% verificado en el mismo periodo del año 2021, informó la banca matriz.
La inflación interanual, por su parte, fue del 9,3%, inferior a la variación del 10,5% registrada en el mes anterior, pero mayor a la tasa del 6,4% apuntada en el mes de septiembre del año pasado.
Por otro lado, se señala que la inflación fue del 0,3%, mayor a la inflación total. Así, la inflación interanual medida por este indicador alcanzó una tasa del 6,7%, inferior a la variación del 7% registrada en el mes de agosto 2022, pero por encima de la tasa del 3,9% verificada en el mes de septiembre del año 2021.
El comportamiento de los precios durante septiembre se explica, principalmente, por las reducciones de precios que se registraron en algunos alimentos y en los combustibles, como también por el ajuste a la baja en el valor del servicio de suministro de energía eléctrica. A su vez, estas disminuciones fueron atenuadas por los aumentos de precios registrados en los gastos en salud y en educación, y en los bienes durables.
En alimentos se destacan las disminuciones de precios de los productos lácteos que responden a las bajas de precios del yogurt, quesos y huevos. Según agentes del sector, esto se explica por el aumento de la producción de estos rubros, que al mismo tiempo, coincide con una disminución de la demanda por factores estacionales. También se observaron reducciones de precios de aceites y de las frutas y verduras, aunque estos últimos aún están con niveles de precios por encima del precio promedio del periodo pre-sequía.
Por otro lado, la carne vacuna registró, por segundo mes consecutivo, aumentos de precios en los diferentes cortes. Así, según manifestaciones de agentes del sector, este comportamiento se debió a la disminución de la dinámica de faenamiento, como consecuencia de los incrementos de costo y la escasez de oferta de ganado en pie, afectado por la reducción del hato ganadero. Igualmente, los sustitutos de la carne vacuna, como la carne de cerdo, carne de aves y pescados, verificaron aumentos de precios, mientras que las menudencias vacunas y los embutidos registraron bajas.
Las harinas, por su parte, mostraron aumentos de precios que influyeron directamente en los precios de los productos derivados, como los observados en panificados y pastas alimenticias. Dentro de los servicios de la canasta, la reducción de precios más destacada fue la del servicio de suministro de energía eléctrica. Esto se produjo como consecuencia del “Acuerdo entre las entidades Itaipú y Ande”, que consistió en la reducción del 25% del valor del consumo de energía eléctrica a usuarios residenciales hasta 1.000 kw, el cual entró en vigencia en el mes de referencia y se extenderá hasta el mes diciembre del corriente año.
En contraste, se registraron incrementos de precios en otros servicios de la canasta, como en confección de prendas de vestir, mantenimiento de vehículos, cuidado personal, mantenimiento del hogar y comidas y bebidas consumidas fuera del hogar, entre otros.
Respecto a los bienes derivados del petróleo, se registraron leves disminuciones de precios en nafta común, nafta súper y en el gas de uso doméstico, debido a la baja en la cotización del crudo en el mercado internacional.
Por su parte, los bienes y servicios relacionados a la salud mostraron nuevamente aumentos de precios en el mes analizado. Los principales incrementos se dieron en productos farmacéuticos, oculista, atención odontológica, atención médica, fisioterapia, servicios laboratoriales, ecografía, radiografía y servicios hospitalarios. De la misma manera, se registraron aumentos de precios en los gastos destinados a la educación terciaria.
Finalmente, dentro de los bienes durables se subrayan los aumentos de precios en autovehículos, motocicletas, electrodomésticos para el hogar, repuestos y accesorios, aparatos celulares y muebles para el hogar.