¿Te has preguntado alguna vez que clase de pareja eres cuando amas? ¿Cuál es tu forma de amar al otro? ¿Si amas de una forma lúdica o erótica, o tal vez pragmática, obsesiva, altruista o de amistad? ¿Y si estas formas de amar tienen que ver con tu educación, tu entorno o tu edad?
EFE
Salud ha hablado con el psicólogo Enrique García Huete sobre un tema de alto interés, tal vez más al comenzar un nuevo año. El experto nos explica que existe una tipología del enamoramiento, muy útil para analizar nuestros sentimientos.
Esta tipología fue establecida por el psicólogo canadiense John Allan Lee, quien llevó a cabo un estudio muy amplio y propuso una teoría que dibuja seis diferentes estilos de amar en los que se pueden englobar las relaciones humanas íntimas: Lúdico; Erótico; Pragmático; Obsesivo; Altruista; y de Amistad
Seis patrones
El amor lúdico es el que practican las personas a las que les gusta “jugar”, conquistar , divertirse, cambiar, variar. El acto de la seducción se disfruta y las relaciones son casuales y transitorias. Los que practican el amor lúdico lo suelen practicar toda la vida.
El amor erótico es el amor a primera vista. Domina la sensualidad y la sexualidad. Las personas se deleitan con la belleza visual y táctil, y con el placer sensual que les brinda el cuerpo de su pareja, y tienden a ser afectuosos y comunicativos.
El amor pragmático es el amor de conveniencia, basado en intereses compartidos que llevan a una satisfacción mutua. Para estas personas el amor se asemeja a un tipo de “negocio romántico”, y tratan de obtener el mejor trato buscando parejas con los mismos intereses sociales, educativos , religiosos, etc…
El amor obsesivo lleva a relaciones muy intensas, y en él predominan los celos. Cada gesto de afecto de la pareja les brinda éxtasis y el más leve desaire les produce una gran agitación. Es también el amor de la duda, la duda sobre las emociones del otro: ¿me quiere, no me quiere..?
Está también la duda con respecto a los propios sentimientos. Esta última duda, según García Huete, es más característica de las chicas, que se suelen preguntar si lo que sienten en relación a su pareja es, o no, amor.
El amor altruista es muy Don Quijote: darlo todo por la persona amada sin esperar nada a cambio. Tal tipo de amor es paciente y nunca exigente .
El amor amistad es desarrollar el afecto y el compromiso. El hacer cosas conjuntamente. Pasárselo bien con la pareja. Este estilo es un amor sin confusiones, de relación apacible .
Cuanto más iguales, mejor
Enrique García Huete defiende que cuanta más similitud haya en el estilo de amar, la pareja funcionará mejor, porque se consiguen más gratificaciones, así como un alto nivel de entendimiento .
Todos los contrarios se darían “de tortas”, sobre todo el lúdico, el erótico y el obsesivo.
Una persona que no es nada celosa y que confía en su pareja no entiende al que es obsesivo, ni sus preguntas de donde estás, que haces…
Uno muy lúdico con alguien que no lo es se va a llevar a matar; y el muy erótico con otro que no lo es, lo mismo.
Los dos únicos estilos de amar que mas combinarían serían el pragmático y el de amistad.
El resumen es que las diferencias no pueden ser muy dispares para que se logre la complementariedad.
El entorno
En opinión de este psicólogo, la cultura del momento y los grupos de referencia son los que más influyen en el estilo de amar que adquiere cada persona.
Incluso influyen mucho más que los valores transmitidos en el seno familiar.
Si los modelos familiares son similares a los de tu grupo de referencia se mantienen pero si son contrapuestos pierden fuerza. Y gana el mundo externo, según García Huete.
Algunos estilos de amar evolucionan con la edad, por ejemplo, los varones adolescentes tienen tendencia al amor lúdico, a cortejar, descubrir, y a esas edades son poco eróticos, especialmente los chicos.
El comportamiento humano, concluye García Huete, es muy sencillo: tiende a ir a lo que nos agrada y evitar lo que nos desagrada.