La crisis política terminará con fuerte impacto negativo en la economía, que todavía no logró recuperarse de otros choques externos e internos. Sin embargo, se suma a esto la depreciación cambiaria de Argentina como otro “coletazo” más a la actividad paraguaya, de acuerdo a análisis de expertos.
El peso argentino ayer registró un fuerte desplome ante el dólar americano, tras el final de una jornada de elecciones. De acuerdo a la prensa internacional, y de grandes agencias de noticias, como Reuters, el tipo de cambio en el vecino país pasó de 48,5 pesos por dólar, a más de 60 pesos por unidad, como máximo. Sin embargo, al cierre de la jornada, se depreció un 15,27%, y quedó en 52,3 pesos, en promedio. También empezó a verse la baja del peso ante el guaraní, en las pizarras locales.
“Los sorprendentes resultados electorales ponen presión sobre los activos y la moneda argentina. La devaluación aumenta la competitividad de sus productos y potencia el comercio informal transfronterizo. Malo para una economía paraguaya que necesita recuperarse urgentemente”, afirmó el economista Carlos Fernández Valdovinos.
La devaluación del peso argentino generaría una recomposición de su tipo de cambio real, que se apreció relativamente en los últimos meses, haciendo que Paraguay recupere competitividad por la modificación de precios relativos en frontera. Ahora, Paraguay vuelve a encarecerse, manifestó por su parte el economista Manuel Ferreira, de MF Economía.
Brasil también debería reaccionar a una potencial devaluación argentina con una devaluación del real. El guaraní debería acompañar en la medida de lo posible este proceso para intentar mantener competitividad, explicó Ferreira.
“La inflación argentina debería dispararse en el mediano plazo, afectando la posible recuperación del tipo de cambio real. Encarecimiento de Paraguay relativo a Argentina sugiere una reducción en ventas de empresas comerciales paraguayas, que implica una reducción de venida de argentinos, o mayor contrabando”, agregó. LN