SAN COSME Y SAN DAMIÁN. Sandra Aguilera, nieta de don Leonardo Aguilera y doña Teodora Cáceres, de 87 y 77 años, respectivamente, pretende quedarse con la casa de sus abuelos. Alega que debe recibir G. 150 millones por las mejoras realizadas.
“La criamos desde que nació, porque su madre fue a trabajar a la Argentina. Con mis hijas la ayudamos a estudiar y se recibió de psicóloga. Me duele en el alma que ahora no nos deje ingresar en nuestra casa”, contó la abuela Teodora.
Los abuelos fueron hace dos años a vivir a Capiatá con una de sus hijas para seguir un tratamiento y la nieta, Sandra Aguilera, se quedó a vivir en la casa de la pareja, pero grande fue la sorpresa cuando el pasado jueves intentaron ingresar a su vivienda y la nieta no se los permitió, según relatan.
“Yo llevé a mis padres a Capiatá, hace dos años, y tanto insistieron en volver a su casa que los traje el jueves pasado. Grande fue la sorpresa que mi sobrina y su esposo, Abel Cáceres, impidieron que ingresáramos a la propiedad de mis padres”, dijo Fidelina Aguilera, una de las siete hijas de la pareja, que en diciembre cumplió 60 años de matrimonio.
Cáceres, cónyuge de la nieta, es un conocido político colorado prepotente que tiene una casa en el barrio Yacyretá porque es funcionario de la Entidad y ahora -asegura la familia- es quien orquesta el plan para quedarse con la casa de los adultos mayores.
La nieta y su cónyuge dicen que ellos están dispuestos a desalojar la casa, previo pago de G. 150 millones. A la pregunta de dónde van a sacar ese dinero, ya que los ancianos son insolventes, dijeron que “eso es problema de ellos”.
Los vecinos de los adultos mayores repudian a la nieta y piden que la justicia no sea manipulada a favor del político colorado.
ABC