El Distrito de José Leandro Oviedo, Itapúa fue epicentro del asesinato a dos intendentes, el primero fue Oscar Ramón Ocampos en 2007 y luego su hermano Wilfrido Ocampos, quien también estaba al frente del municipio en 2013. Los hermanos Ocampos eran miembros del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y cuando el último fue asesinado se convocaron a elecciones para completar el mandato.
Con una larga militancia política dentro del partido liberal, Del Pilar Vázquez fue quien encabezó la lista y llevó a la victoria a su partido por tercera vez consecutiva, pese al miedo y peligro que corrían. Fue así que Vázquez terminó el mandato de su compañero Wilfrido y posteriormente, en las elecciones de 2015 por concenso encabezó la lista para intendenta y ganó nuevamente.
Del Pilar nos comenta que varias veces fue amenazada de muerte aparentemente por las mismas personas que mataron a sus compañeros.
“Con las reiteradas amenazas, en un momento pensamos en retirarnos porque se estaba matando a compañeros de nuestro equipo. A los ex intendentes del otro partido, nadie los tocaba, siempre les dejaban trabajar. Por eso llama la atención que a la gente del partido liberal que ganaba, se le asesinaba”.
Vázquez comentó que uno de los mensajes de texto que recibió decía que al “primer intendente le dimos tres tiros; al segundo le dimos 14 tiros y le destrozamos, a usted le vamos a dar 50 tiros para liquidarte”. Entendida esta no solo como amenazada sino con un ensañamiento hacia su persona por haberse postulado al cargo de intendenta. “Era una mezcla de amenaza de muerte y extorción, porque pedían plata para dejarme en paz y seguir con mi carrera política”. La intendenta contó que la suma pedida por los extorsionadores era de 20 mil dólares.
Otro recuerdo llamativo es cuando sus propios votantes le dijeron que “no sé si te voy a votar, porque con mi voto ¿no te voy a estar matando después?”La valentía de la intendenta la demuestra también cuando reafirma que “alguien tiene que hacer frente. Por lo bueno que se ha conquistado, por la gente buena se tiene que hacer algo. Y que ese algo sea lo que Dios quiera”.Del Pilar afirma que el trabajo de la Fiscalía fue muy bueno y desde ese momento la misma cuenta con seguridad. “A pesar de todo lo vivido, nunca tuve miedo, en ese sentido Dios me ayudó. Estos mecanismos de seguridad es solo por precaución ya que hay antecedentes que no podemos decir que no puede pasar nada. Además, nunca se aclararon bien los hechos”.Por otro lado, la misma alegó que aparentemente, los atentados y las amenazas tienen trasfondo político. Durante 27 años, este Municipio estuvo gobernado por otro partido. Como ya se mencionó, Del Pilar es la tercera intendenta liberal, por lo que ella y los miembros de su partido creen que se trata de una persecución política.Además, niega tener problemas personales con algún poblador de su localidad.
Lo peligroso es que la violencia política contra las mujeres va en aumento y en América Latina tenemos varios ejemplos de ello, donde el más extremo es el caso de México, que durante el 2018 se registraron 106 casos de violencia política en contra de las mujeres. Hubo 16 candidatas asesinadas y 10 casos vinculados a hechos que lesionaron directamente los derechos político-electorales de las mujeres indígenas[1].
Casos como el de la intendenta Del Pilar Vázquez, las mujeres políticas mexicanas, como otras líderes latinoamericanas siguen siendo temas pendientes por parte de los Estados que se han comprometido en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en erradicar toda forma de violencia contra las mujeres y las niñas para el 2030.
[1] Datos de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE)
En el marco del proyecto “Visibilizando la violencia política a concejalas e intendentas del Sur del país” de la Red de Mujeres del Sur. Con el apoyo del Fondo de Mujeres del Sur.