La joven, que logró sobrevivir al brutal ataque por parte de su expareja, teme por su vida, ya que su agresor se encuentra con prisión domiciliaria.
Celsa Magdalena Valenzuela González (23) relató en entrevista con C9N la pesadilla que vivió aquella noche del 9 de agosto pasado cuando su expareja Brian Thommas Romero Peloso (23), ingresó a su vivienda, ubicada en la Compañía 15 Aldana Cañada de Capiatá.
En la ocasión, el hombre la agredió sexualmente y luego intentó acabar con su vida tras cortarle el cuello y apuñalarla en varias partes del cuerpo.
Según contó, esa noche retornó a su casa luego del estudio, cuando escuchó un ruido y salió a verificar percatándose que las puertas de su vivienda estaban sin llave, por lo que cerró todo nuevamente. Sin embargo poco después, volvió a encontrarlas de vuelta sin seguro.
En ese momento, se dio cuenta que en el domicilio estaba su expareja, ya que era el único que tenía la copia de las llaves. Cuando se topó con su agresor, éste portaba un arma de fuego con el que la apuntó y amenazó con dispararle, luego la estiró del cabello, la sometió sexualmente, sacó un cuchillo y le cortó el cuello, luego le propinó varias estocadas en otras parte del cuerpo, recibiendo en total 10 heridas.
Para poder salir con vida, Celsa tuvo que fingir Romero Peloso logró su cometido, acabar con ella.
“Cuando me cortó el cuello, corrí al baño para taparme con algo, ahí me dio 10 puñaladas en el abdomen, cuando le quise atajar, me cortó la mano. Tuve que hacerme la muerta porque vino para darme un tiro en la cabeza, tiré el abrigo con el que tapé la herida y me puse boca para abajo, mientras que él abrió la ducha y se lavó la mano. Antes de irse me pateó para asegurarse de que estaba muerta”, relató Celsa.
La joven indicó que Brian tuvo un cómplice, ya que que éste recibió la llamada de una persona, a quien le dijo que “ya hizo todo lo que tenía que hacer”, y que posteriormente lo buscó y lo retiró del lugar.
Cuando ya estaba sola en la casa, Celsa tuvo que esperar unos 15 minutos luego de que fue su expareja para salir y pedir ayuda a sus vecinos, pero durante ese proceso se desmayó y se volvió a levantar en varias ocasiones, debido a la cantidad de sangre que ya había perdido.
Finalmente, dijo que fue auxiliada por un desconocido que le preguntó qué le había ocurrido, y que gracias a él, pudo contactar con sus familiares.
Brian Romero contaba con arresto domiciliario por un hecho de violencia doméstica antes del ataque.
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