El joven falleció a causa del COVID-19 ayer y sus amigos decidieron darle el último adiós con lo que amaba: los vehículos 4×4.
Pedro Ferreira (37), más conocido como “Monchi” en su trabajo de mecánico, murió ayer en el Ineram por complicaciones respiratorias a raíz del COVID-19. Su partida a tan joven edad conmocionó a los cientos de amigos que tuvo en todo el país y decidieron darle una despedida “a su estilo”.
Una vez que les entregaron el féretro, lo llevaron directo a su taller mecánico, ubicado en Sinalco, San Lorenzo, ya que creen que este habría sido su voluntad. En lugar sonó todo el tiempo a todo volumen sus músicas favoritas y rodearon el cajón de los vehículos que arreglaba.
Hugo Toñanes, uno de sus amigos que organizó la llamativa despedida, contó que en un momento dado, antes de llevar el cuerpo al Cementerio de Luque, hicieron “rugir” el motor de la camioneta que casi terminó de equiparla.
“Trabajó muchísimos meses por esa camioneta, su idea era lanzarla con todo, pero lastimosamente no llegó”, comentó el amigo.
Hubo una larga caravana de autos mientras llevaron el cuerpo al cementerio y la música no paraba de sonar. En medio del enorme dolor, sus amigos trataron de sacar una sonrisa para despedirlo como era él: una persona muy alegre.
“Monchi” dio positivo al COVID-19 el jueves de la semana pasada, al principio no sentía síntomas fuertes, hasta el domingo, cuando ya se le dificultaba respirar. Lo llevaron de emergencia al Ineram y directo lo intubaron, hasta que falleció.
“Hasta ahora no podemos creer que ya está muerto, hace unos días veíamos su foto, muy feliz, luego ya encerrado en el hospital”, lamentó Toñanes.
Nadia Escobar, otra amiga, señaló que Pedro era un amante del deporte motor y que era un “genio” armando vehículos. “Competía en todo el país”, mencionó.
“Su frase favorita siempre fue: ‘la vida es muy corta para manejar una camioneta aburrida'”, reveló la mujer. Extra