La antropofagia, o el consumo de carne humana, es uno de los aspectos más controvertidos de la cultura guaraní. A lo largo de los siglos, los europeos describieron a los guaraníes como caníbales y algunos testimonios parecen respaldar esta afirmación, pero el contexto es más complejo de lo que parece a simple vista.
Por Gonzalo Cáceres – Periodista
Los primeros europeos que llegaron al actual Paraguay, como los conquistadores españoles en el siglo XVI, se horrorizaron al descubrir que algunos -no todos- grupos indígenas practicaban la antropofagia. En sus escritos, se tilda a los guaraníes de “feroces y salvajes” y se los acusaba de comer carne humana por placer o superstición.
Por ejemplo, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, que encabezó una expedición al Río de la Plata en 1541, escribió en su libro “Naufragios” que los indígenas que encontró en la región eran “caníbales”. Por su lado, el explorador español Juan de Ayolas escribió en su diario que los guaraníes “son gente mala y carnívora, que comen carne humana”. Y el explorador alemán Ulrico Schmidl aseguró haber presenciado la práctica del canibalismo entre los guaraníes en el siglo XVI.
Los jesuitas llegaron a la región en el siglo XVII y establecieron misiones entre los guaraníes. Aunque la Compañía de Jesús condenó el canibalismo y también se hizo eco de los rumores sobre esta práctica en algunas comunidades guaraníes. José Cardiel escribió en su crónica que “se dice que algunos indios se alimentan de carne humana”. Del mismo modo, el jesuita Francisco Javier Clavijero observó en su obra “Historia antigua de México” que “la antropofagia era una práctica extendida entre los guaraníes”.
Algo más sensato resultó el explorador francés Paul Marcoy, quien escribió en su libro “Voyage à travers l’Amérique du Sud” que “los guaraníes, al menos en el pasado, practicaban la antropofagia en ciertas ocasiones” y el viajero alemán Hermann Burmeister en su obra “Reise durch Südamerika” alegó que “los guaraníes han sido acusados de practicar el canibalismo”.
Otro de los testimonios más conocidos es el relato del misionero español Antonio Ruiz de Montoya, quien vivió entre los guaraníes en el siglo XVII y plasmó sus experiencias en el libro “Conquista Espiritual del Paraguay”. En su relato, Montoya señala que los guaraníes consumían carne humana en el marco de un acto religioso en el que el espíritu del enemigo era asimilado por la tribu que lo consumía. Según Montoya, los guaraníes no practicaban la antropofagia por placer o por necesidad alimentaria, sino como parte de su cultura y tradición.
Además de los testimonios escritos, existen sitios arqueológicos en la región que proporcionaron evidencia de la práctica del canibalismo en la cultura guaraní. Por ejemplo, en Coronel Oviedo se encontraron antiguos huesos humanos con marcas que sugieren que fueron ‘procesados’ y consumidos por otros humanos.
Los testimonios de los europeos deben ser tomados con pinzas. Recordemos que muchos de ellos intentaban justificar la conquista y la colonización, y estaban dispuestos a exagerar o inventar historias para demonizar a los pueblos indígenas. Además, estos primeros conquistadores y exploradores no entendían el contexto y la simbología de las prácticas indígenas.
La antropofagia en la cultura guaraní no se practicaba de la misma forma que el canibalismo en algunas culturas de Oceanía o del África profunda. No se trataba de una fuente de alimento regular (no era parte de la dieta), sino de una práctica espiritual y ceremonial. En realidad, era limitada y solo se daba en ciertas circunstancias específicas.
Según algunos antropólogos y etnógrafos que estudiaron la cultura guaraní, la antropofagia se practicaba en rituales funerarios y religiosos, dándose lugar a una situación rara y limitada a ciertos grupos. Los guaraníes creían que los espíritus de los muertos podían ser capturados y devueltos a la vida al consumir partes del cuerpo humano, como el corazón o el hígado. También creían que el consumo ritual de los restos podría traer buena fortuna y protección contra los enemigos.
Es importante señalar que la antropofagia ritual no era una práctica generalizada en la cultura guaraní, o recurrente, y tampoco era la única forma en que los guaraníes honraban y recordaban a sus muertos.
Algunos referentes contemporáneos hablaron sobre el tema. Por ejemplo, el líder guaraní Rosalino Ortiz afirmó en una entrevista que “el canibalismo era una práctica ritual que se realizaba en ciertas circunstancias específicas, como una forma de comunicarse con los antepasados”.
Los antropólogos brasileños Darcy Ribeiro y Orlando Villas-Bôas vivieron y trabajaron con los indígenas guaraníes en Brasil durante el siglo XX. Según su experiencia, la antropofagia era una práctica que había desaparecido completamente entre los guaraníes para la época en que convivieron. Sin embargo, otros antropólogos como Marshall Sahlins, afirmaron que la antropofagia -entre los guaraníes- nunca desapareció completamente.
La antropofagia es un tema controversial en la cultura guaraní, pero su práctica no debe ser malinterpretada ni exagerada. Si bien algunos grupos guaraníes y otras sociedades indígenas sudamericanas practicaban la antropofagia en ciertas situaciones, no se puede generalizar y afirmar que estos eran caníbales (en toda la extensión de la palabra). Es importante comprender el contexto histórico-cultural completo. HOY