Consolidar el buen desempeño de nuestra economía

El desarrollo de la economía del Paraguay en los tres primeros meses del año es excelente, según datos nacionales y de organismos internacionales. Sus proyecciones al resto del 2017 hacen preludiar, una vez más, un buen año económico, por encima del promedio de los países de la región, hecho que sirve como el mejor cartel para mostrar a los inversionistas del exterior que esta es una tierra propicia para invertir. A los paraguayos nos muestra que estamos bien, que debemos aprovechar las bondades del momento y que debemos esforzarnos para crecer más aún en busca del ansiado desarrollo sostenible.

Algunos datos del primer trimestre apuntalan con fuerza la convicción del buen momento y nos invitan a saltar hacia adelante con mayor ritmo bajo la conducción de las autoridades nacionales. Al margen de las pequeñeces de la vida política que no afectan el clima de trabajo en que está sumido el país y que solo demuestran que somos una colectividad dinámica con ruidos y sonidos de toda índole.

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) acaba de dar a conocer su informe económico sobre el continente y señala que el PIB de Paraguay crecerá este año el 3,8%. No solo eso. Destaca que será la segunda economía más dinámica de la región, lugar que puede mejorarse en el ranking si es que nuestro crecimiento llega a superar el 4%, como insinúan las autoridades del Banco Central del Paraguay.

Es bueno saber que nos irá bien este año. Pero es mejor conocer el desempeño de los distintos renglones de nuestra economía que están demostrando esa realidad que es actual e indesmentible.

Las exportaciones de enero a marzo han tenido un incremento del 18,4% respecto al mismo período del 2016, un dato importante que invita al optimismo, pues mediante el alza de nuestras ventas al exterior aumentará el ingreso de divisas al país. Además, las importaciones crecieron un 20,9%, y lo más interesante de todo es que como se vendió más de lo que se exportó, el resultado es que el país concluyó el primer trimestre con un superávit de 561,4 millones de dólares en su balanza comercial.

Como es ya costumbre, ese fuerte repunte en bienes y servicios está apuntalado principalmente por nuestra producción primaria, soja y derivados, carnes y afines. Pero también estamos creciendo en productos no tradicionales como en la industria de la maquila y otros, que son grandes empleadores de mano de obra y dejan buena renta en el país.

La cosecha de soja alcanzó 10.200.000 toneladas del grano, que comparado con la temporada anterior representa un aumento del 9,7%, según la cámara del sector, lo que representa todo un récord en la historia agrícola del país. Es por eso que en los primeros tres meses de este año la exportación de semilla de soja se incrementó en 17,9%, lo que quiere decir que solo por este producto ingresaron casi 18% más de dólares al país que en el primer trimestre del 2016.

Y eso no es solo por las bondades de la naturaleza, ya que el clima ayudó a mejorar el rendimiento, sino también por el mayor esfuerzo de los productores que plantaron 50.000 hectáreas más que en la campaña anterior.
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Pero no solo es producción primaria, también estamos incursionando con éxito en el marco industrial. Ese es el caso de la maquila, pues los productos transformados aquí mediante ese régimen se exportaron por valor de 87,7 millones de dólares, lo que equivale a una alza del 35,8% con relación a enero-marzo del año anterior.

No basta con saberse que somos la segunda economía más dinámica del continente, que puede ayudar a elevar nuestra autoestima y a atraer inversiones del exterior. Debemos tener la sabiduría y el buen tino de sostenerla e incrementarla con más y nuevos mercados para colocar nuestra producción e interesar a más gente que quiera invertir y trabajar aquí. Y esta es tarea no solo de las autoridades, sino también del sector privado, que es el gran motor de la producción y el comercio.

Por ello es bueno ver cómo con el Gobierno a la cabeza, los empresarios están buscando y encontrando nuevos mercados para nuestros productos, que son principalmente alimentos de calidad. Es el caso de la exploración de Hong Kong, punta de lanza para entrar a la gran China, para colocar nuestra carne en el país mayor consumidor de comestibles del mundo. O la presencia de nuestras autoridades en varios países compradores de alimentos, como los Emiratos Árabes, por dar solo dos ejemplos.

En ese afán se ha podido constatar la incesante tarea de los ministros del área económica que están recorriendo países de todo el mundo para ofrecer nuestros productos y para vender a Paraguay como lugar propicio para las inversiones gracias a sus bondades energéticas, impositivas, jurídicas y humanas.

Como resultado de ese arduo trabajo, en el campo de nuevas inversiones, el país es testigo de la gran cantidad de capitales extranjeros, especialmente de Brasil, que están aterrizando en Paraguay para producir de cara a las exportaciones. Y que interesados de países tan lejanos geográficamente y de muy diferente cultura estén poniendo los ojos aquí, como el caso de los empresarios emiratíes que estuvieron hace una semana y que desean invertir en Paraguay en la producción de alimentos.

En consecuencia, se puede afirmar que el optimismo de nuestro desempeño económico no resulta solo de la constatación de lo que ya hemos hecho, sino también por lo que se está sembrando inteligentemente para consolidar nuestro desarrollo en el corto y mediano plazos.LN

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