Paraguay, Agencia IP.- La Asociación Industrial de Confeccionistas del Paraguay (AICP) hasta la fecha entregó casi dos millones de batas de uso hospitalario al Ministerio de Salud. Para la próxima semana estiman entregar la última tanda.
La confección de las tres millones de unidades de protección hospitalaria, mediante el Acuerdo Nacional entre el Gobierno y el sector privado, generó más de 3.000 empleos directa e indirectamente para el sector.
En conversación con Radio Nacional del Paraguay, el vicepresidente de la AICP, Santiago Colombino, informó que se encuentran en la última etapa de entrega de las batas, lo que representa un éxito para el gremio, ya que los resultados fueron favorables para el sector.
“A hoy estamos cerca de los dos millones de batas. La próxima semana se termina de entregar el millón restante”, manifestó destacando el trabajo de los confeccionistas paraguayos, quienes desde que se estableció el Acuerdo Nacional entre las partes, cumplieron con el desafío en tiempo y forma.
En ese contexto, dijo que el sector cerrará este año con herramientas que permitan iniciar un 2021 con recursos que sean de ayuda para hacer frente a las dificultades que se presenten.
Colombino señaló que se encuentran expectantes a las necesidades que pueda tener el Ministerio de Salud en la lucha contra el coronavirus. Además esperan seguir articulando trabajos con otras instituciones, como la confección de uniformes, de manera a que la industria siga activando y recuperándose del impacto económico.
La adjudicación del Acuerdo Nacional de provisión de batas hospitalarias por parte del Ministerio de Salud a la AICP, tuvo como objetivo proteger a los profesionales de blanco, que son los primeros en la línea de batalla contra el covid-19 y así también generar fuentes de empleos en el país.
Esta acción fue enmarcada dentro de la Ley de Contrataciones Públicas 2051/03 que exige transparencia en la compra de insumos. La misión del gremio fue articular los trabajos con criterios inclusivos, equitativos y de buenas prácticas para agrupar empresas de distintos tamaños: pequeñas, medianas y grandes, proponiendo un modelo de distribución del trabajo sin precedentes en la historia de la industria de la confección y de las compras públicas.