Con el cambio de clima otoñal y las últimas semanas de lluvias y ambiente húmedo, la Dirección de Vigilancia de la Salud reportó aumento de casos de virus respiratorios, entre ellos el COVID-19, influenza tipo B, rinovirus y el virus sincitial respiratorio. En este sentido, instan a la prevención, sobre todo para las poblaciones vulnerables y así evitar complicaciones en la salud.
“Estamos teniendo aumento en las consultas con respecto a cuadros respiratorios en las últimas semanas en coincidencia justamente con la temporada otoño-invierno. La semana pasada hubo un aumento del 6% de las consultas ambulatorias a nivel nacional”, indicó la Dra. Limpia Ojeda, del equipo centinela de Vigilancia de la Salud, en contacto con La Nación-Nación Media.
Aseguró que todos los virus respiratorios que se encuentran circulando se pueden prevenir de la misma manera, aplicando las medidas ya conocidas como: el lavado frecuente de manos, usar tapabocas en ambientes cerrados, evitar aglomeraciones, más aún las poblaciones de riesgos, en los que se podrían presentar complicaciones tras el contagio y el desarrollo de la enfermedad.
Niños deben guardar reposo
La Dra. Ojeda indicó que muchas veces se confunde las crisis alérgicas acompañadas de congestión nasal, el chorreo de la nariz o tos por cuadros respiratorios y los padres igual envían a clases a sus hijos, por lo que aseguró que es fundamental acudir a consulta médica para saber la situación de los niños, quienes deben guardar reposo ante los síntomas.
“En cuanto a los niños, es importante hacer el reposo domiciliario cuando se presenten cuadros respiratorios ya que sabemos que están aglomerados con varios niños en aulas, entonces existe la posibilidad de un contagio masivo si un niño asiste a clases enfermo. Ante los primeros síntomas deben consultar con el médico“, añadió.
El profesional médico deberá indicar si se trata o no de un cuadro alérgico o un cuadro infeccioso respiratorio, y de esa manera determinar si el paciente requiere o no reposo, ya que los padres no pueden determinar si se trata o no de una cuestión alérgica y automedicar, no es recomendable ya que eso puede complicar la evolución de la enfermedad.
“Hay que tener en cuenta los signos de alarma, la frecuencia de fiebre es uno de ellos, dificultad respiratoria, la disminución del apetito, tos seca o catarral, estornudos, entre otras manifestaciones. Es difícil diferenciar si es solo un cuadro alérgico o si el niño está cursando síntomas leves de un cuadro respiratorio”, indicó la profesional.
Agregó que en el inicio de la enfermedad puede ser viral y se presentará como una congestión nasal, tos esporádica y no aparecer la fiebre y luego de días, puede presentarse más síntomas. Por lo que la consulta oportuna es fundamental por un lado, para evitar la dispersión del virus respiratorio en las aulas y por otro lado, la automedicación.
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