Perder una mascota es una de las experiencias más dolorosas por la que atraviesan las personas amantes de los animales. Los fuertes vínculos entre los humanos no solo se forman con perros y gatos, sino también con otros mamíferos, con aves y, a veces, con reptiles y otros tipos de animales.
Si bien cada animal tiene su naturaleza y carácter, una vez que adquieren confianza hacia los humanos son seres excepcionales que dan amor incondicional, por eso rápidamente logran ser amados y aceptados. Es así que, si bien a veces son malhumorados, sus travesuras y a veces sus aventuras, son perdonadas.
Pero cuando llega el momento en que cierran sus ojitos, resulta en un dolor agobiante, insoportable. Recordemos que muchas mascotas, en especial gatos y perros, son de apego, por lo que, la pérdida de estos animales se constituye en la pérdida de un ser querido. Los animaleros a menudo se sienten incomprendidos cuando mueren sus mascotas.
Tras el fallecimiento de una mascota, sobrevienen muchos sentimientos, entre ellos, primero la negación, como en cualquier caso de pérdida, tras esto puede llegar la culpa, pese a que se ha hecho todo lo posible para evitar el desenlace. Este sentimiento suele estar acompañado de enfado, lo que resulta normal.
Hay que recordar que el dolor que se siente es legítimo y no tiene por qué ser invalidado por nadie, explicó el licenciado Gustavo Sosa. El psicólogo comentó que lastimosamente, no se puede evitar el dolor.
Tras esto, la etapa de tristeza en la que una persona o familia se sumerge, es el momento en que puede ayudar a reflexionar sobre las etapas de la vida, pues esta está inherente a la muerte. Recordemos que el ciclo vital incluye la muerte, por lo que va a ser imposible evitar que estos seres queridos cierren sus ojitos.
Hay que entender que, si bien hoy en día se ofrecen tratamientos, alimentación y cuidados para mejorar la expectativa de vida de las mascotas, no siempre se puede lograr que ellos vivan mucho tiempo, debido a las múltiples enfermedades, que así como a los humanos, también los atacan a ellos.
Con la aceptación de la situación, llega la etapa en que guardamos los recuerdos más bonitos y agradecemos por el tiempo en que estuvo con nosotros. Es siempre importante agradecer el amor que recibimos, pues eso también nos dará paz, aunque cueste encontrar consuelo. En ese sentido, una buena salida es hablar de la situación con alguien empático, para intentar recibir consuelo.
Para honrar a ese fiel compañero que se adelantó en el viaje, siempre es importante pensar que él nos amaba incondicionalmente y hacía todo lo posible para que no estemos tristes, para que estemos bien. Por eso, hay que tratar de honrar la memoria de esos peludos y buscar darle un sentido a la situación y seguir, tratando de superar. Eso no significa que se lo va a olvidar, pues cada mascota es especial y no importa lo que los demás digan.
Una de las cosas más importantes es poder despedirte de tu mascota. Esto ayudará a cerrar la etapa. Un homenaje póstumo, donde puede expresarle tu amor, tu agradecimiento ayudará a sentirte en paz, pues pudiste decirlo. Esto se puede hacer en el momento de la exhumación, y en caso de que haya desaparecido, mirando su foto y hablarle con sinceridad. Sacar lo que hay dentro es importante.