La flexibilización que resolvió Argentina para el proceso de importación de soja en granos para su molienda y posterior exportación, beneficiará al Paraguay desde la próxima campaña, con mejores precios pagados a los productores a nivel local, agregando hasta US$ 4 por toneladas, señaló ayer el titular de Capeco, José Berea.
“La modificación de las pautas para la importación de soja por parte de Argentina es buena para el Paraguay. Aún no se sabe bien cómo será reglamentado, pero agregaría entre US$ 3 y US$ 4 por tonelada, que se sumará al pago a los productores”, explicó el presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), José Berea.
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Según los datos, la resolución del pasado lunes del gobierno de Macri modificó el procedimiento que estaba vigente desde el año 2012, permitiendo que se excluya de la inscripción en el Registro de Operadores de Soja Autorizados (ROSA) “la mercadería clasificada en la posición arancelaria 1201.90.00 (habas de soja, incluso quebradas, no destinadas a siembra) cuando sea para utilizar como insumo para la elaboración de aceite, harina y pellets”.
Berea celebró que la Argentina vuelva a mirarnos como vecino, porque sus industrias pueden comprar volúmenes grandes así como pequeños, desde 3.000 a 5.000 toneladas de granos, disminuyendo los costos logísticos que se transmiten al producto.
“Evitaremos las costosas demoras de hasta 30 días, que se tienen para envíos a otros mercados de ultramar”, indicó.
Acorde con la información de Reuters, los efectos se van a poder sentir recién desde el año que viene, y se estima que Argentina podrá importar unos 3,5 millones de toneladas de soja de Brasil, Paraguay y Bolivia, según estimó Andrés Alcaraz, gerente de comunicaciones de Ciara, el ente que representa a la industria.
Por su parte, el titular de Capeco explicó que los envíos de soja a la Argentina serán principalmente los primeros meses del año, enero, febrero y marzo, con miras a cubrir la capacidad ociosa de la industria antes de iniciarse la cosecha en dicho país.
Sin embargo, recién desde el año que viene serán practicables los envíos, y también se debe considerar que aún no se saben exactamente los detalles del nuevo reglamento.
Preguntado sobre si la medida podría afectar a la industria aceitera de Paraguay, respondió que según su punto de vista no tendría problemas.
Señaló que la industria de soja de Paraguay lo realizan mayormente unas cuatro firmas multinacionales que tienen el 80% del mercado y procesan unos 4 millones de toneladas de granos de soja, pueden comprar además otros 2 millones más para exportarlos como granos.
“Si en algo podría afectar es en perder algo de la porción de granos que es para exportación”, expresó.
Por otra parte, el Ing. Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), dijo que la apertura de Argentina podría resultar beneficiosa para productores paraguayos, pero advirtió que se debería ser cauto porque “negociar con Argentina no es fácil”.
Paraguay espera cosechar en la presente campaña unos 9 millones de toneladas de soja, de unos 3,2 millones de hectáreas sembradas.ABC
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