Son 18 empresas las que pelean para producir aceite de cannabis en invernaderos, para pacientes con Parkinson, Alzheimer, autismo y epilepsia. Pero solo cinco serán elegidas para cultivar 5 kilos de semillas, en una primera etapa, en ambientes de tipo invernadero. Hay empezaron los primeros cuestionamientos. Autoridades no descartan la idea de que en una etapa próxima se pueda producir a cielo abierto de manera controlada.
Cada vez son más las madres que se movilizan para conseguir cannabis medicinal y mejorar la salud de sus hijos, también se suman peticiones de adultos mayores que incluso anteriormente tenían ideas equivocadas sobre el uso de la planta y la calificaban como estupefacientes.
Paraguay esta semana avanzó en el proceso de otorgamiento de licencias para la producción del cannabis, en el marco de la Ley 6007/17. A la fecha, son 18 las firmas que pelean por producir e industrializar aceite de cannabis en el país, de estas, solo 5 serán elegidas.
PRECIOS
La ministra de Industria y Comercio Liz Cramer manifestó que aún no está establecido el precio de comercialización del aceite medicinal. Indicó que las industrias están interesadas en producir en el país por la gran demanda que existe a nivel mundial, por ende, los precios serán vinculados a la exportación.
“Lastimosamente darán las licencias a multinacionales capitalistas y los paraguayos tendrán que consumir nuestro cannabis a precios más elevados, el precio aproximado internacional es de US$ 25 por semilla”, dijo el Dr. Hernán Codas Jacquet, miembro titular de la Academia Científica del Paraguay.
El médico lamentó que no se esté utilizando el potencial del país para la producción de medicamentos, e incluso dijo que no se realizaron investigaciones de los tipos de cannabis en Paraguay y las propiedades beneficiosas para la salud que podrían tener las mismas.
LICENCIAS
El ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Arnaldo Giuzzio, explicó que se inició el proceso de producción e industrialización del cannabis medicinal de manera controlada y regulada porque se debe ser prudente, “experiencias internacionales en esta misma materia hablan de la masificación de licencias que pueden desdibujar la política del gobierno en este rubro y provocar irregularidades en la producción e industrialización del cannabis medicinal”.
Sostuvo que la oportunidad generará experiencias propias de producción para que posteriormente se permita aumentar la cantidad de licencias de forma gradual.
“El modelo de producción prudente está acorde a la capacidad de control, situación que genera una adjudicación limitada de licencias en esta primera etapa”.
PROCESOS
Manifestó que las 18 empresas cumplieron con los requisitos y documentalmente fueron aprobadas por la Senad, ahora serán evaluadas por la comisión que va a definir a qué empresas se les otorgarán las 5 licencias.
“Las empresas elegidas empezarían a producir en el 2020, se realizará una importación reducida de semillas, porque en Paraguay no hay semillas de cannabis medicinal para experimentar, ya adjudicadas a las empresas. La Senave iniciará un proceso de control y verificación de las semillas importadas, además de la producción en un ambiente controlado y desarrollo de las plantas. Se estima que en el primer semestre del año próximo habrá los primeros resultados del cultivo”, agregó.
La ministra Cramer indicó que primeramente las empresas deben aprobar las revisiones de la Senad, Dinavisa, Ministerio de Salud y dar su aporte investigativo, luego el Ministerio de Industria y Comercio las observará de manera empresarial, el tipo de empresa que proyectan, capacidad económica de las mismas, trabajadores y su plan de exportación.
Por su parte, Rodrigo González, titular del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), dijo que para la primera etapa con fines de experimentación se importarán apenas 5 kilos de semillas de cannabis.
“Se instalarán las parcelas de investigación y los técnicos del Senave en conjunto con los técnicos del Instituto Paraguayo de Tecnología Agropecuaria van a evaluar si corresponden las variedades de semillas con las características que ellos pretenden”.
SEGUNDA ETAPA
Luego, en la segunda etapa y una vez que tengan el registro de los cultivos se importará en mayor cantidad para producir en ambientes controlados tipo invernadero (no a campo abierto) y allí se cosechará e industrializará.
“En un año se tendría un panorama fijo para poder pensar en la producción masiva dentro de un ambiente controlado de cannabis medicinal”, añadió.
TIPOS DE MEDICAMENTOS
El ministro de Salud y Bienestar Social Julio Mazzoleni dijo que se habla de derivados del cannabis con fines médicos específicamente del aceite medicinal, en principio será utilizado para pacientes con afecciones neurológicas.
DONACIÓN
Por otra parte, la ley prevé un 2% de donación como mínimo y se plantea como uno de los criterios de desempate del porcentaje de donación que se daría al Ministerio de Salud para que estos productos sean otorgados de manera gratuita a la población.
“La mayoría de las empresas han ofrecido más del 2% de su producción como donación para la población paraguaya, dato importante y relevante al momento de la evaluación final”, agregó González.
Además recalcó que de acuerdo con el decreto y a la capacidad de control, se prevé que la instalación de las empresas adjudicadas estén ubicadas todas en el Departamento Central.
Por otro lado, no descartan la idea de que en una etapa próxima se pueda producir a cielo abierto y en lugares donde se planta comúnmente marihuana, como parte de un proceso de desarrollo alternativo.
DOCUMENTOS EXIGIDOS
Para agregar, las documentaciones exigidas para entrar en competencia respecto a estos permisos son: certificado de buenas prácticas, plan de cultivo, plan de industrialización, plan de transporte, plan de exportación y disposición final del producto, aparte, las evaluaciones se darán bajo representación de MIC, Senave, Senad y MSPBS.
CULTIVO CASERO
Por contraste, aún se encuentra en estudio la despenalización del cultivo casero del cannabis medicinal, en la oportunidad, los senadores Víctor Ríos y Patrick Kemper explicaron que el proyecto establece la necesidad de contar con un certificado médico visado por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, en el que se establezca que el paciente padece dolencias tratables con cannabis medicinal y exime de esta pena al paciente o su representante legal que, para su exclusivo uso medicinal, siembre, cultive, coseche y realice cualquier tipo de procesamiento posterior de plantas de cannabis, en un inmueble autorizado por la Senad.
LA NACION