Productores de Araujo Cué venden primeras cosechas de tomates y esperan cultivar también sandía, zapallo, locote y pepino.
La cosecha de tomates en Araujo Cué, asentamiento prioritario de Sembrando Oportunidades, sobrepasa los 50 mil kilos y las ganancias para las veinte familias ronda los 50 millones de guaraníes, gracias a un trabajo articulado entre el sector privado y el público. Los productores ampliaron los rubros y desde esta cosecha además del tomate, cultivan sandía, zapallo, repollo, locote y pepino.
Produciendo un efecto sinérgico entre la demanda de asistencia técnica y de mercado para la producción de hortalizas de los pequeños productores, está en marcha el trabajo articulado entre El Grupo Pueblo, la Secretaría Técnica de Planificación (STP), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) y pequeños productores del asentamiento Araujo Cué, distrito de Curuguaty, del departamento de Canindeyú.
En efecto, el compromiso de apoyar a los pequeños productores fue asumido desde el sector privado mediante la cadena de Supermercados Pueblo, en la persona del Sr. Tomás Dávalos.
La experiencia comenzó a inicios de este año con un comité de 20 productores para la producción de tomates y ahora llega a 360 familias, entre las que están pobladores de Kambá Rembé y San Vicente de Gran Resquín e Yryvukuá de San Pedro.
Los productores de Araujo Cué ya empezaron a vender las primeras cosechas de tomates, a muy buen precio y sin intermediarios, por un valor aproximado de 50 millones.
La Cadena El Pueblo amplió los rubros, cuya producción apoya en Araujo Cué, y desde esta cosecha además del tomate, se producirán sandía, zapallo, repollo, locote y pepino. Todos con tecnología adecuada como invernaderos, sistemas de riego y cuidado agroecológicos.
En este asentamiento, también está prevista la ampliación del número de familias beneficiadas. Ya se cuenta con un terreno de 1 hectárea donde se construirá un pequeño edificio de oficinas y una cámara frigorífica para el almacenamiento de productos y el entusiasmo crece entre las familias.
Este proyecto tiene una mirada integral familiar y comunitaria, se trabaja con las familias todos los aspectos que tienen que ver con el cuidado de la salud, cría de animales pequeños en corrales adecuados, saneamiento y también inclusión financiera. Las familias trabajan netamente mediante el sistema bancario con cuentas de ahorro para cada productor, lo cual les permite disponer de sus ingresos de manera inmediata tras cada venta.
La iniciativa es una muestra de que el trabajo en sinergia entre el sector público y el privado permite a las familias entrar a un círculo virtuoso de producción, ingresos, capacitación y superación de la pobreza mediante el fortalecimiento de sus medios de vida.