El Día Mundial de la Alimentación de este año se centrará en el aumento del número de personas que padecen hambre y se aprovechará para exhortar a los países y otras partes interesadas a retomar la senda hacia la consecución del Objetivo “Hambre Cero”.
Las actividades en torno a la 38ª conmemoración del Día Mundial de la Alimentación se realizarán el 16 de octubre, a partir de las 11:00, en la Plaza O’leary (calle Palma entre Nuestra Señora De la Asunción e Independencia Nacional).
El Día Mundial de la Alimentación de este año se centrará en el problema del aumento del número de personas que padecen hambre y se aprovechará para exhortar a los países y otras partes interesadas a retomar la senda hacia la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 2: Hambre Cero.
Bajo el lema “Nuestras acciones son nuestro futuro. Un mundo #HambreCero para 2030 es posible”, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), busca promover la comprensión y la concienciación sobre las cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria y la nutrición e impulsar el compromiso de lograr el Hambre Cero para 2030.
Después de un período de declive, el hambre mundial vuelve a aumentar. Según el último informe de la FAO, más de 821 millones de personas padecen hambre en el mundo a pesar de que se producen alimentos suficientes para todos. Del total, 60% son mujeres. Al mismo tiempo, 1.900 millones de personas tienen sobrepeso, de las cuales 600 millones son obesas.
Asimismo, un tercio de los alimentos producidos en todo el mundo se pierde o se desperdicia, los costes mundiales del desperdicio de alimentos son de aproximadamente USD 2,6 billones al año.
Los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático, la recesión económica y el rápido aumento de los niveles de sobrepeso y obesidad están invirtiendo el progreso logrado en la lucha contra el hambre y la malnutrición.
Dado que el 80 % de las personas pobres del mundo vive en las zonas rurales, cuya población depende de la agricultura, la pesca o los bosques para su sustento, lograr el Hambre Cero exige un cambio para la transformación de la economía rural.
Los sistemas alimentarios tienen que ser más sostenibles desde el punto de vista económico, ambiental y social, y basarse en una buena gobernanza. Los gobiernos y el sector privado tienen que aspirar a un crecimiento inclusivo y crear oportunidades para un incremento de las inversiones que permita lograr mejoras, ya que las asociaciones son esenciales para alcanzar el Hambre Cero.
La FAO y la Mesa Nacional por el Día Mundial de la Alimentación 2018 compuesta por entes gubernamentales, academia, sector privado y sociedad civil invitan a participar de la actividad “Nuestras acciones son nuestro futuro”, con productos de la Agricultura Familiar, alimentos tradicionales y artesanías de los pueblos indígenas, prácticas sostenibles de producción y conservación de alimentos, información sobre hábitos de salud y nutrición, entre otras actividades. abc