Los insectos han devorado cultivos de maíz y hortalizas. Más de 1.000 ganaderos sienten el efecto. El Senasag trabaja para tener datos precisos sobre la cantidad de sembradíos y productores damnificados.
Con la frase: “No sabemos qué hacer, si vamos a sembrar o no. No sabemos si vamos a seguir produciendo. Las langostas son un problema serio que se expandirá por todo el Chaco”, Eyber Ontiveros, productor de la localidad de Pie de Monte, en el municipio tarijeño de Villa Montes, se refirió a la plaga de langostas que está afectando a esa zona de Bolivia desde finales de enero.
Según Ontiveros, que también es integrante del Comité de Emergencia y Control en Villa Montes, entre el 60 y 70% de muchos cultivos de maíz y hortalizas han sido devorados por los insectos. Entre las comunidades más damnificadas, a decir de Ontiveros, se encuentran Tarairí, Ipa y Lagunitas.
De igual manera, las langostas han causado estragos a los ganaderos villamontinos. Róger Villa, titular de la Federación de Ganaderos del Chaco (Fegachaco), explicó que las 29 filiales que componen la entidad han sufrido algún problema por esos insectos. “Nuestros cerca de 1.250 socios tienen algún tipo de afectación”, dijo.
Villa señaló que las langostas no solo se comen la pastura de los animales (unas 160.000 cabezas de ganado), sino que ‘brincan’ al monte, lo que también afecta a su alimentación por ramoneo.
El control de la langosta es deficiente, según el dirigente, debido a que se realiza de forma manual, puesto que, si se lleva a cabo de manera aérea, se dañarían los apiarios que existen en la zona, considerada una de las mayores productoras de miel en el país.
ELDEBER