Entidades proyectan un crecimiento económico muy por debajo del que se esperaba inicialmente para el 2015. El efecto de la caída de Brasil es el más influyente, coinciden. Las estimaciones rondan el 3%.
Consultoras, entidades financieras y organismos internacionales han ajustado a la baja sus estimaciones de crecimiento de la economía paraguaya para este año (y también para el 2016), inclusive por debajo de las previsiones del Banco Central del Paraguay (BCP), que anunció un 3,7% para este año.
Además de los ya contemplados factores externos –como la desaceleración de China y la caída en el precio de los commodities–, las estimaciones hablan de que el deterioro está en línea con la caída de la economía de Brasil, además de la menor actividad económica de la que se proyectaba inicialmente a nivel local.
Los sectores en donde se vieron una menor expansión fueron la construcción (afectada por las lluvias en el primer semestre y menor oferta de cemento) y la industria (principalmente golpeada por la menor demanda desde Brasil), independientemente del ya magro crecimiento esperado para la agricultura o la ganadería.
Una de las últimas en reducir su pronóstico para la economía paraguaya es el Banco Itaú, que estima un crecimiento de 2,7% para este año y 3% para el 2016, ajuste explicado principalmente por la recesión en Brasil y el estancamiento en Argentina.
Otras entidades financieras y consultoras revisaron de igual manera sus previsiones para este año, en todos los casos a la baja. PricewaterhouseCoopers (PWC) también estima que la economía crecerá solo 2,7% este año.
Entre las instituciones que mayor recorte hicieron a sus proyecciones fue el Fondo Monetario Internacional, que ya en abril pasado había revisado de 4,5% a 4%, reduciendo este último a 3%, semanas atrás.
Con respecto a la inflación, las proyecciones se muestran un tanto más positivas, con expectativas ancladas al 4,5% (meta del BCP), o incluso por debajo. De hecho, el propio ente monetario central sostuvo que este índice podría cerrar el año por debajo de este número, más cercana a la inflación interanual que es de 3,7%.
NUEVA REALIDAD. Organismos como el Banco Mundial y el Fondo monetario Internacional han reflexionado sobre la necesidad de que las economías, sobre todo las emergentes (como Paraguay), deberán adoptar políticas económicas tendientes a adaptar a las naciones a la “nueva realidad”, al nuevo contexto internacional poco favorable, más aún si se lo compara con el desempeño de la última décadas, donde el auge de las materias primas permitió que las economías de ingresos medios hayan logrado importantes niveles de crecimiento.
Insisten en que las políticas contracíclicas no bastan, ya que las economías no se enfrentan a una situación coyuntural, sino a un cambio de carácter permanente.
Entre los factores externos más inminentes se encuentra la suba de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, el cambio en la estructura económica de China, el bajo precio de los commodities, la menor demanda externa (y también interna) y bajos niveles de crecimiento.UH